El chamamé candombe y la charanda
Jueves, 11 de noviembre de 2010
Dentro del panorama socio-histórico-político de la provincia de Corrientes existen antecedentes veraces de la presencia de “esclavos”, de origen africano, que por múltiples causas y circunstancias fueron incorporados a diversas áreas sociales, en varios tipos de oficios y quehaceres (peones, labriegos, soldados, etc.). Esta presencia tuvo una notoria incidencia en el desarrollo musical correntino. Ya señalamos la influencia de “La Habanera” en el ritmo del “Rasguido Doble”. Además esta africana musical se incorporó al chamamé, originando el denominado “Chamamé Candombe”. Ejemplos evidentes son los temas recopilados por Osvaldo Sosa Cordero, tales como “Cambá cuá” y su excelente creación “Cambá Yerokí”. Dentro de la religiosidad, ya mestizada, los “Cambá” en Corrientes asumieron el culto a “San Baltasar” (uno de los tres reyes magos de la historia bíblica), que sacralizado popularmente determina un culto que tiene su vigencia en localidades como Empedrado, Goya, Saladas, Alvear, Capital, entre otras. En empedrado cada 6 de Enero los devotos y “promeseros” bailan en grupo de parejas, varones y mujeres, jóvenes, niños y ancianos, la danza denominada “La Charanda”. De neto origen afro-americano, es un baile rítmico con canto, que propicia el desarrollo de una coreografía ceremonial específica, en la pista de tierra preparada al efecto y que compromete cada año a una multitud de creyentes que rinden con esta danza su homenaje y devoción al “Santo Cambá”. La instrumentación se compone de un tambor (tronco ahuecado) de dos parches de cuero, uno en cada extremo, que es percutido con ambas manos por dos “Tamboreros” que se sientan a horcajadas sobre el tronco-tambor, de 2,50mts.de largo por 0.70cms de diámetro, que se coloca en forma horizontal sobre el suelo. Lo acompañan: un sonoro triángulo metálico, guitarras criollas, acordeón y un coro de voces que entonan el estribillo alusivo al acto, cuyos versos son muy antiguos. En las décadas de los años 1960 a 1980, compositores incluyen estos dos ritmos en sus creaciones: Edgar Romero Maciel, Pocho Roch, Antonio Tarragó Ros, Zito Segovia, entre otros tantos que incursionan en el “Chamamé Candombe” y en “La Charanda”, utilizando su rítmica contagiosa y originando temas musicales de real valía que tiene percusión y vigencia en el gusto popular.