Junto al ritmo del Chamamé, existen otras dos modalidades musicales propias del folklore de la provincia de Corrientes: el Valseado y el Rasguido Doble.
Cada una de estas expresiones musicales poseen características rítmicas singulares, como así también sus coreografías y origen particular.
EL VALSEADO CORRENTINO, es indudable una derivación folcklorizada del Vals Europeo, que cubre a toda América con veloz difusión a partir del 1800 en adelante. Sin embargo su aceptación en Corrientes posee una historia personal. Este vals Europeo penetra en los salones de baile correntino junto con la danza del "Pericón Rioplatense". Era una costumbre arrigada en la época del gobierno de Juan Manuel de Rosas, concluir este "Cielito Apericonado Federal" con la coreografía de las graciosas mudanzas del "Gato". En la provincia de Corrientes que políticamente rechazaba las sucesivas agresiones rosistas a su temprana autonomía, lógicamente era antirorista y por ello cada vez que se bailaba el "Pericón" las parejas en vez de terminar la danza con un "Gato" lo hacían con un Vals. Este hecho que advierte una actitud de rebeldía y protesta política, fue causal para la difusión correntina. Con el pasar de los años y los procesos sucesivos de decantación de las mudanzas o figuras coreográficas las correspondientes al "Pericón" se van perdiendo. Existen razones fundadas para señalar que la cantidad de movimientos de figuras que en ese tiempo tenía la danza del Pericón, dificulta su ejecución en las pistas de bailes de la campaña. La aparición de otros ritmos más motivadores que se popularizan por su facilidad coreográfica van cobrando mayor éxito entre los bailarines. De allí que el Valseado Correntino se independiza del Pericón y como baile de pareja enlazada cobra mayor aceptación. Debemos advertir que este Valseado en el ámbito rural de la provincia de Corrientes recibío varias denominaciones como "Valse antiguo", "Vals Largado", "Yerokí-Po-pó" (Baile a los saltitos), entre otros. También se lo llamaba "limpia bancos", porque cuando se ejecutaba esta danza nadie quedaba sentado, todos salían a bailar: niños, jóvenes y personas mayores de edad, consignando una alusión a los bancos largos de madera, mobiliario típico que rodeaban las pistas de tierra donde se realizaba el baile campiriño. Los Valseados más conocidos en el repertorio musical del folklore correntino son "La Vestido Celeste" de Pedro Ciervi, "La Marejada" de Roque L. Gonzalez, "El Encadenao" de Osvaldo Sosa Cordero, "El beso aquél" de Pedro Mendoza y Francisco Casís, "Tiempo Dorado" de Edgar Romero Maciel entre otros.
Con respecto al RASGUIDO DOBLE, que tiene otro origen, se puede afirmar que deviene del ritmo afro-cubano denominado "Habanera". Luego de su amplia difusión por toda América se adapta, se folkloriza en cada ámbito y recibe diversas denominaciones: "Fado" en Brasil, "Milonga" en el área rioplatense, "Rasguido Doble" en Corrientes, "Tanguito Montielero" en Entre Ríos, etc. Su rítmica contagiosa dará origen en Corrientes a una coreografía particular que se populariza entre los bailarines de la campaña y recibe el nombre de "Sobrepaso", como una palabra indicativa que determina la forma como debería realizar su coreografía. Sin embargo, entre los músicos guitarristas,a cordeonistas, bandoneonistas, se denomina "Rasguido Doble". Era una manera de consignar la fórmula del rasguear de la guitarra en forma diferente al ritmo que poseen el Chamamé o para el Valseado.
Esta última denominación es la que llega al marbete de los discos y en las partituras, pues son los músicos quienes graban estos temas y registran estos temas y registran sus pautaciones en el pentagrama musical.
Entre los temas que con este ritmo han alcanzado mayor popularidad podemos citar: "El Sobrepaso" y "El Rancho de la Cambicha" de Mario Millán Medina, "Juan Payé" de Luis Ferreira y Osvaldo Sosa Cordero, "El Rancho de Ña Polí" de Isaco Abitbol. "Puente Pexoa" de Armando Nelly y Mario del Transito Cocomarola, entre otros.
El Valseado Correntino como el Rasguido Doble son los ritmos vigentes en el folklore musical de la provincia de Corrientes y, junto con el chamamé, se ejecutan permanentemente en el repertorio de las agrupaciones de música tradicional correntina, de todo el nordeste y litoral argentino.