Grande fue la sorpresa y la pena, cuando en la Fiesta Nacional del Chamamé, el Grupo Nostalgia Guaraní anunciaba su separación , dejando en los correntinos que disfrutaron de su afinado, selecto y agradable estilo una sensación de pérdida irreparable, porque jóvenes talentosos pero además gente sencilla y buena, decidieron que ya no podían continuar desparramando tan buen chamamé.
Nostalgia Guaraní nació como grupo allá por 1999, en su Entre Ríos natal, más de 10 años juntos, siempre los mismos integrantes , lo que habla aún mejor de la calidad de personas que son, recorrieron innumerables escenarios: Luis “Pajarito” Silvestri en Bandoneón, José Trzuskot en Bajo; Diego Trzuskot 1º guitarra y Mario Suárez guitarra y voz; más allá de cada uno de ellos guarda un gran amor por un intérprete o estilo u otro, más o menos todos coinciden que las mejores vertientes están en el chamamé tradicional, de Montiel, Cocomarola, Isaco, el grupo Reencuentro y por supuesto el Gringo Sheridan. Sobre estos gustos particulares buscaron rescatar del olvido aquellas viejas canciones que ya no se escuchaban en las radios pero que permanecían intactas en el corazón de tantos, añorando volver a escucharlas, entonces con su impronta, con su sello personal Nostalgia Guaraní les dio nueva y saludable vida sorprendiendo a más de uno que pensaba que la juventud no había entendido el verdadero significado del sentimiento chamamecero.
Las creaciones propias no faltaron en este camino que iniciaron juntos y surgió
“Paloma mía” de Mario Suárez;
“Paisajes de mi infancia” de Luis Silvestri
; “Flor entrerriana” de Silvestri y Suárez;
“Fueron tus ojos” de Diego Trzuskot y M. Suárez entre tantas obras .
Mario Suárez, vocero del grupo cuenta a
corrienteschamame.com que se siente agradecido y felíz de haber podido conocer y recorrer importantes escenarios y lugares de nuestro país como Ushuaia, Salta, Mendoza, Corrientes, Cosquín y Jesús María en Córdoba, de haber sido aplaudidos de pie allá en la mítica Mburucuyá donde dieron la “prueba” de ser intérpretes del más cabal y sentido chamamé, y también países como Paraguay y Brasil; entonces surge la inevitable pregunta:
“Porqué se separa o se disuelve Nostalgia Guaraní?”Y con gran pesar en su voz, Mario Suárez explica:
“Porque no tenemos continuidad laboral” –parece simple y muy de nuestros tiempos esta respuesta, pero encierra en ella mucho más que simple falta de trabajo, Mario nos explica que en su provincia las radios están infectadas de cumbia-chamamé esta rara mezcla a la que no podemos llamar “fusión” porque sería una falta de respeto a quienes hacen de la fusión musical grandes y nuevas creaciones como aquel “loco” tanguero llamado Astor Piazzola , no hay punto de comparación y solo se puede mirar esta actividad que daña enormemente a las mismas raíces de una música extraordinaria como el chamamé a través del ojo de la cerradura de lo comercial, una forma más de sumir en la ignorancia a un pueblo que supo y sabe apreciar lo mejor de su cultura, que necesita nutrirse de ella para no perder de vista sus valores más hondos, y que como en todo lo que es masivo y está al alcance por la tanto de la mayoría se trata de llegar con los mensajes muchas veces más perjudiciales, justamente tratando de lograr que “olviden” quienes y de dónde son realmente, es decir se trata de hacerles perder identidad y amor por lo que les es propio.
Continuidad laboral. Es decir no poder trabajar, no ser contratados a pesar de lo que representan y lo que generan en el público, no poder muchas veces ni siquiera mantener en condiciones sus propios instrumentos, Mario cuenta que tantas veces les falto para renovar las cuerdas, les han puesto “precio” a sus presentaciones, les han dicho: “cuánto cuestan? Tengo tanto…si querés…”
Nostalgia Guaraní no quería disolverse así en la nada, trabajaron mucho para tener identidad, ser lo mejor que podían, representar a su
Entre Ríos porque el
chamamé es región, llevarles a todos el mensaje sereno y claro del chamamé más puro y noble, desde su Entre Ríos quisieron ser bandera, como aquel legendario
Abelardo Dimotta de Villaguay, que quedó para siempre en el bronce de los mejores creadores e intérpretes de este género, al que le cuesta tanto sostener su herencia.
Aprenderemos a cuidar de nuestros músicos alguna vez? Entenderán lo difícil de sus vidas por mantener viva tanta tradición quienes tienen a su cargo radios, programas de televisión, sitios en la web, organización de eventos, festivales, fiestas, peñas, bailantas?
El chamamé y sus intérpretes. Un
tesoro que todos tenemos la
responsabilidad de custodiar, de alentar, de proteger, de rescatar, de propiciar. No hagamos como hicieron aquellos que tanto criticamos por haberlo dejado siempre en segundo plano en el concierto nacional;
El chamamé es el género que representa a todo el litoral, el buen chamamé es el que habla de nosotros: démosle la letra para que siempre hablen bien.
Ojalá alguna vez podamos volver a disfrutar desde algún escenario de este gran conjunto chamamecero que supo dejar la mejor imagen y sonido del Entre Ríos chamamecero!
Silvia Muñoz Velcheff
Fundación Chamamé