Tras la multitudinaria misa con la que se inició el Año Jubilar en la explanada del Puente, el paí Zini y Mario Bofill actuaron en el escenario. Se sumaron para unir dos raíces del pueblo correntino: la fe y la música.
El miércoles por la tarde, unas diez mil personas participaron del acto con el cual se dio inicio al Año Jubilar Arquidiocesano, por el centenario de la creación de la Diócesis de Corrientes. La celebración estuvo presidida por dos símbolos que forman parte de la identidad de este pueblo, la Cruz de los Milagros y la Virgen de Itatí. Pero además, para que el festejo sea bien correntino, hubo chamamé como cierre. Dos de los artistas más queridos fueron los que dijeorn presente en esta fiesta católica: el padre Julián Zini con a su grupo Neike Chamigo, y Mario Bofill.
Alrededor de las 23, ambos músicos subieron al escenario, y en un primer momento el paí Zini deleitó a las miles de personas con un bello recitado en el que describió lo que significan para el pueblo correntino las sagradas imágenes de la Cruz de los Milagros y la Virgen de Itatí. Como sólo él sabe hacerlo, el sacerdote cantor dejó plasmada la estrecha unión que hay entre la fe y la música chamamecera.
Quienes más disfrutaron, mientras arengaban a los artistas del espectáculo chamamecero, fueron los jóvenes. Decenas de chicos que estaban allí colaborando como servidores (con un despliegue, atención y predisposicón excelentes), sentados en el suelo frente al escenario coreaban cada una de las canciones.
Sobre todo acompañaron cada uno de los clásicos que Mario Bofill interpretó. Estudiante del interior, Viva la Pepa, Cantalicio, Che gente cuera fueron sólo algunos de los temas que la gente pudo disfrutar junto a quien es, sin dudas, uno de los artistas que mejor refleja el sentir de la gente sencilla, de pueblo.
En otro momento del espectáculo, en el cual los dos grupos de músicos se iban alternando, intepretaron algunas canciones del nuevo disco que hace muy poco salió a la venta y que hicieron juntos el padre Zini y Mario Bofill. En ese trabajo hay canciones dedicadas especialmente a despertar conciencia acerca del cuidado del medio ambiente. Es así que hay cnaciones dedicadas a entender lo importante de cuidar la tierra y el recurso del agua.
Durante toda la jornada, que comenzó alrededor de las 17, cuando la imagen de la Virgen de Itatí salió de la Basílica, hubo momentos muy emotivos. La Cruz de los Milagros y la imagen de la Virgen fueron recibidas por cientos de pañuelos en alto, al son de la trompeta ejecutada por un integrante de la Banda de Música de la Policía, anunciando el inicio del Año Jubilar, y seguido de un anuncio más correntino: un gaucho gritando al viento un fuerte sapukay. También la bendición de San Blas, de las gargantas, fue significativo.
Como no podía ser de otro modo, el cierre fue en el mismo tenor de emoción: los artistas acompañaron y despidieron con música la salida de las dos sagradas imágenes. El momento fue seguido por las más de tres mil personas que aún permanecían de pie en la explanada del Puente, cuando el reloj marcaba los primeros quince minutos del nuevo día.
Fue, sin dudas, una jornada inolvidable para los católicos correntinos, que unieron su profunda fe religiosa con la música chamamecera.
Fuente: La República