Arturo Heredia, un asiduo forista de este portal nos acercó esta linda historia de Damián Ibáñez, de una entrevista ortorgada a LT39 Radio Victoria sobre uno de los acordeonistas más comprometidos con el estilo tarragosero. Nacido en José León Suárez Provincia de Buenos Aires. Heredó su gusto por el chamamé gracias a su padre chaqueño, y el estilo de Tarragó porque su progenitor hizo el Servicio Militar en Curuzú Cuatiá, la tierra del Rey del Chamamé.Buscando información de Damian Ibañez encontré esta nota que le hicieron y me gustaría compartirla, sobre todo con los seguidores del estilo tarragosero.

"Acá les presento un fragmento de la charla que tuvimos con Damián en el programa Cosa Nuestra que conduzco por LT 39 RADIO VICTORIA.
¿Qué es Tarragó para vos?
- Para mi es un idolo, y una persona a la que admiro. Además uno va escuchando anécdotas y se va dando cuenta que fué una gran persona, al igual que Antonio Tarragó Ros, que es muy generoso, de no olvidarse de sus amigos.
En definitiva, para mi, Tarragó es una persona muy importante. Yo siempre digo que a veces nos quejamos de las cosas que nos pasan, de los sacrificios que se hacen por la música, pero sin embargo, gracias ellos nosotros tocamos Don Gualberto y nos aplauden, y cuando ellos lo tocaban, nadie conocía a ese chamamé. Entonces hay que agradecer esa huella que nos dejaron los grandes.
¿Y desde cuándo el acordeón?

- Yo tengo 32 años ahora. Al acordeón lo agarré a los 18. Empezamos medio tarde.
Complicado por el tema del instrumento, ya que es caro y medio difícil de conseguir a veces, según en el lugar en que uno esté.

Así que mi historia con la música es medio rara, porque en vez de irme de viaje de egresados a Bariloche, vendí el viaje para poder comprarme el acordeón. Esa fué una desición que me hizo muy feliz, y gracias a eso es que estamos hablando ahora. Son desiciones que uno toma, y jamás me arrepentiré.

Y cuantos amigos que se hacen después en este camino de la música...
- Si. porque todo lo que viajé por el país fué gracias al acordeón y por el estilo del rey del chamamé.

Los seguidores del estilo tarragosero dicen que cuando estás en un escenario, si uno cierra los ojos es como estar en una actuación de Tarragó...

Y... yo soy intérprete, así que siempre trato de buscar el sentimiento que le puso el rey, y por ahí hacerlo parecido. A veces para algunos puede ser una copia, para otros, una forma de homenajear, según como se lo tome. De todas maneras lo que hizo él Tarragó es imposible de igualar.
Yo empecé a hacerlo porque vi que a mucha gente le gusta, y es muy emocionante que el público se identifique. Y también uno trata de que ese estilo no se pierda, porque a veces hay partes donde no se lo conoce o no se escucha a Tarragó.
En la fiesta del chamamé que se hizo en el Luna Park, cuando llegó el turno de los 100 acordeones tarragoseros que se presentaron con Antonio, cuando él pidió que le alcancen el acordeón de su padre, te eligió a vos para que lo ejecutes... ¿Qué te significó esto?

- Y... es un sueño. Creo que a cualquier músico le gustaría tocar ese acordeón. Y uno le tiene tanto respeto, tanta admiración... es historia del chamamé ese acordeón. Son cosas inolvidables...