Cuenta
Chacho Esquivel que cuando su padre –un gran bandoneonísta- firmaba autógrafos siempre escribía –
"con mi alma guaraní, Damasio Esquivel".
Este viernes 25 se cumplieron cuatro años de su desaparición física, un momento sentido que nos permite y nos sirve de excusa para mirar su vida, su historia, su música. Volver la mirada sobre los discos que descansan en algún rincón de la casa siempre es bueno, más aún cuando tenemos en mente un músico que fue ligero, joven, y trasgresor en los 50 o 60 y otro experto, maduro, carismático de los años 80 y 90.
Damasio Esquivel nació el 1 de Abril de 1919 en Rosario, Santa Fe. Es hijo de padre paraguayo y madre porteña -Damasio y Susana-. Tuvo la particularidad de estar radicado siempre en la Capital Federal y mayormente en el barrio de la Boca.
Su padre también llamado Damasio, era guitarrista y conductor de tranvías. Vivió de cerca la afinidad por el bandoneón de sus hijos Damasito y Haydeé, a tal punto que los empujó a estudiar música.
Debido al carácter estricto del padre aprenden los dos en pocos años recibiéndose Damasio de maestro de Teoría y Solfeo, mientras que ella se incorpora a una agrupación legendaria que llevaría el nombre Orquesta de Señoritas.
Damasio a los doce años y de pantalón corto hace su primer grabación con el maestro José Asunción Flores, privilegios de la vida que más de uno desearía tener. Luego se perfecciona haciendo la carrera de orquestador siendo uno de los muy pocos en el género con esos conocimientos.
Mas tarde conoce a Samuel Aguayo, el gran cantautor paraguayo, y se hace cargo de armar y dirigir la orquesta del mismo. Con Aguayo estuvo durante 22 años grabando y actuando, recogiendo una enorme experiencia. Luego elige su propio camino y primero forma una agrupación que se llamó Los Mercedeños y mas adelante otra con su propio nombre la que llevaría hasta el final. Falleció el 25 de Abril de 2004 en Buenos Aires.
Un fuelle inconfundibleNo es fácil ubicar y calificar su estilo, porque en lo esencial siempre fue el mismo, pero en los detalles fue mutando. En una carrera tan larga 1931 – 2004 el gusto musical de la gente obviamente fue cambiando, evolucionando y Damasio se fue adaptando a eso.
La forma de componer de él siempre estuvo marcada por su formación musical y aquí debemos detenernos y dividir en dos partes. Por lado sus composiciones Alma Guaraní , Barrio Sajonia, El Gaucho Gramilla y la otra, las creaciones que hizo con las composiciones de otros autores, como Cordeona Tuyá Porá, Merceditas, El Toro, Malvita. Esquivel tiene temas que en su construcción, están cercanos a la música clásica.
Tenemos en la casa, ojalá lo tengamos a mano, un material de Damasio Esquivel donde conviven el hombre ligero, joven, y trasgresor de los años 50 ó 60 y el experto, maduro y carismático de los 80 y 90.
El paso del tiempoEn 75 años de trayectoria tuvo forzosamente un gran recambio de músicos, entre guitarristas, acordeonistas, cantantes solistas, contrabajistas, glosistas que superaron los 100 músicos, exactamente 122, una marca muy curiosa y difícil de superar.
Contabilizando las grabaciones con su conjunto Damasio Esquivel superó los 640 temas grabados que tienen el siguiente detalle 40 discos de pasta, 11 simples, 32 Long Play, 6 casettes y 9 CD. Además son incalculables las grabaciones que hizo como músico solista para infinidad de grupos y cantantes (Samuel Aguayo, Luis A. del Paraná, Ramona Galarza, Maria Ofelia, Los Huanca Huá y tantos otros), era convocado asiduamente, dada su capacidad para arreglar, leer y transportar música a primera vista.
El destino quiso que el haya sido precursor y también contemporáneo como cultor, pasó por todo el arco conocido de audio (Disco de pasta , de vinilo, cassette y CD) y en la imagen, desde actuar en Las Aguas Bajan Turbias con Hugo del Carril hasta la enorme cantidad de programas de televisión en los cuales tuvo la oportunidad de participar.
75 años de Chamame
A lo mejor uno cree tener la verdadera
noción de la magnitud de la carrera de este hombre,
quizás uno se entusiasma por haber sido parte de su vida,
quizás, no sé.
Pero la verdadera dimensión la he venido recogiendo con la gente,
con los colegas músicos, con los hombres del espectáculo folklórico,
ese dolor que manifestaban al saber la noticia de su partida
y esa ternura con que lo recordaban me hacen saber
que lo que sembró musicalmente y humanamente fue mucho y bueno.
Estas sencillas palabras, no hacen mas que reflejar como era Damasio.
De lo creador y forjador de su propio estilo
que fue renovando con el paso de los años.
Viene a mi memoria ahora el recuerdo,
de que cuando papá firmaba autógrafos a su público ponía,
“con mi Alma Guaraní, Damasio Esquivel”.
Y ha de ser así nomás.Por Paulo Ferreyra