Hace más de veinte años atrás estaba buscando trabajo por todos lados, si bien ya había realizado dos giras por Japón, aún en esta tierra no podía asentarse. “Cuando me fui tenía 50 años y ahora tengo 70, las cosas no han cambiado, tengo una raíz muy fuerte y muy arraigada en mi ser”, dispara Raúl Barboza. El músico que hoy es reconocido como uno de los más grandes del género chamamecero estará de vuelta en nuestro país, más precisamente en Corrientes, el próximo 22 de marzo. En esta ocasión realizando una gira por Latinoamérica con un Quinteto de Cuerdas.– Estuviste trabajando en una clínica de chamame en Francia los últimos meses de diciembre, podés darnos detalles de cómo fue tu experiencia.
Siempre pienso que venir a esta región del país me permite un hermoso contacto con Ustedes, la prensa que tan bien hace a la vida de un músico difundiendo su actividad. Estuve haciendo en Francia una clínica en las escuelas de ese país, en las escuelas de música, con los profesores de música, que querían saber como se escribe el chamame, como se toca, por qué están desplazados los acentos y por qué les cuesta tanto. Todo esto se hizo porque el gobierno de ese país – la parte del sudoeste de Francia – nos ha permitido trabajar durante dos meses en los castillos, nos dieron todas las comodidades, para poder llevar acabo este trabajo y esta tarea de difusión de nuestra cultura guarani en Europa. Siempre han sentido curiosidad por nuestra música y esta fue la puerta que abrieron para conocer este estilo de música y de vida como es el guarani.
Raúl Barboza en cada oportunidad que pisa este suelo es acosado por cientos de micrófonos, grabadores y mp4 que buscan registrar sus declaraciones. Contra todos los presagios, con su voz pausada y esa mirada profunda, Barboza se toma tiempo y va respondiendo una por una las entrevistas. Ahora esta pronto a volver a nuestro país, a nuestra región litoraleña, el próximo 22 de marzo se presentará en Corrientes, más precisamente en el Teatro Oficial “Juan de Vera”.
En esta ocasión la apuesta es totalmente diferente a lo que hemos podido apreciar hasta el momento. Este año está de gira con un Quinteto de Cuerdas, con quienes recorrerá la Argentina y países limítrofes desde el 19 de marzo al 12 de abril. En el recorrido presentarán su disco Barboza & Alter Quintet, cuyo material es fruto de la relación musical que existe -desde hace más de una década- entre Barboza y Alfonso Pacín, mano derecha del acordeonista en sus presentaciones en Europa y actual director del mencionado quinteto.
Asimismo, por estos días, los músicos comparten una residencia creativa en función de la cultura guaranítica, en la ciudad de Barbezieux (pays sud Charente) programada por la Asociación Anis Trío y en colaboración con instituciones nacionales y regionales de Francia (Conseil General de La Charente, Conseil Regional Pays Sud Charente, SPEDIDAM, ADAMI et SACEM).
Mientras tanto y como una resultante de esta experiencia, Barboza y el
Alter Quintet profundizarán aún más su acercamiento musical y podrán definir un repertorio más amplio al ya grabado, que les permitirá afrontar los conciertos del cierre de dicha residencia, programados para Diciembre de 2008.
– Cómo ven el chamame en Europa.En la mentalidad de algunos – no en la mía – se ha hecho creer que el chamame es una música menor, y que no iba a tener posibilidad de que se expanda por el mundo, pero eso no empezó con la música empezó con la mutilación de la lengua guarani. Sin embargo, no tengo ninguna duda y jamás me cuestioné si el chamame podía o no gustar. Simplemente lo muestro y lo difundo, sin pensar que es una música menor o una música mayor. Naturalmente es la expresión del espíritu de la gente de una región de nuestro país.
El quinteto que acompañará a Barboza esta conformado por Inocente Carreño -violín, Venezuela; Alfonso Pacín –violín y guitarra, Argentina; Anne Le Corre -viola, violón, Francia; Jean-Luc Pino -violón tenor y violón, Francia; Romain Lecuyer -contrabajo, Francia; también participará como músico invitado el guitarrista Argentino
Horacio Castillo.por paulo ferreyra