Viernes, 22 de Noviembre de 2024
Wally García: “El chamame tiene que reflejar los cambios que vivimos”
Jueves, 22 de noviembre de 2007
Wally García: “El chamame tiene que reflejar los cambios que vivimos”



Después de algunos llamados y de los mensajes de texto alcanzamos a concretar una entrevista con Waly García. Para quienes lo recuerdan tocando aquí ofrecemos otra faceta, la del músico y compositor que también sorprende en cada palabra, en cada silencio. El eje fue la Fundación Chamame Curuzucuateño, que para el artista “es un volver al origen, es un llamado de pertenencia a un lugar, de amistades y de afectos, y mis afectos siempre han pasado por la música”.
El lanzamiento de la Fundación estaba previsto para el viernes pasado pero el tiempo jugo una mala pasada. “Pero lo bueno es que ya tenemos fecha para el 27 de diciembre, fue una pena por la cantidad de gente que había apoyado esta movida. El show había comenzado, estaba el ballet Cruz de Papel cuando se largo la tormenta con un anfiteatro colmado de gente, tuvimos que suspenderlo pero ya estamos preparando de nuevo el show”.
Waly se pone cómodo enseguida, se recuesta en el amplio sillón y espera los interrogantes. Aún con el grabador apagado sigue poniendo sobre la mesas cosas fuertes, “lo importante, más allá de la trayectoria de un artista, no es llegar a ser, sino por el contrario estar haciendo y siendo constantemente un artista”.
– Por qué surge la Fundación chamame curuzucuateño.
La Fundación surge de la necesidad de crear una plataforma artística para un estilo musical, como es el chamame curuzucuateño, que la gente lo conoce pero no lo identifica con artistas determinados porque estamos desimanadas en varios grupos.

Hay una creación inicial que se gesta en Curuzú Cuatia, no se, no me preguntes por qué, pero se gesta ahí. Una forma de tocar el chamame, que pienso y no encuentro una definición acabada. Quizás una pueda ser porque el músico de Curuzú tiene mucha formación musical, de distintos géneros. El músico además de tocar chamame toca otras cosas, eso fue siempre así. Toca el chamame por que lo siente, y toda la información que tiene de los otros géneros que interpreta la vuelca al chamame, y eso lo hace rico al chamame curuzucuateño, lo hace con mucha variante, rítmica y melódica.

Toda esta serie de cuestiones hicieron posible que nos juntemos, paremos la pelota y miremos nuestro estilo musical.
– Se respira en todo esto un sentido de pertenencia.

Creo que el sentido de pertenencia es lo que nos hace diferentes, únicos, nos hace importantes, porque nos dimos cuenta de todo esto estando juntos. No advertíamos esto porque estábamos diseminados por todos lados.

– Cuál es uno de los objetivos centrales de la Fundación.

Básicamente la Fundación Chamame Curuzucuateño se va a dedicar pura y exclusivamente al estilo de chamame Curuzucuateño. Vos fijate que dentro del estilo del chamame esta el Tarragosero, que es de Curuzú, pero ese no entra dentro de la Fundación. Hay una forma de tocar chamame que es distinta y que hace que Curuzú se distinga por eso. No solamente interpretativa, también estamos hablando de la creatividad. Entonces la idea central de la fundación es rescatar lo que se esta perdiendo, y hacerlo conocer, lo que ya esta divulgarlo, promoverlo. Además hay muchos jóvenes músicos, a ellos también nos vamos a dedicar, para que ellos tengan un marco artístico donde poder crear sus obras. Estamos hablando de la grabación, divulgación y distribución de un material, que es lo más difícil.

– Que sensaciones ha despertado en vos este movimiento.

La Fundación para mí es un volver al origen, es un llamado de pertenencia a un lugar, de amistadas y de afectos, y mis afectos siempre han pasado por la música. Entonces lo que hago está relacionado con el afecto, nunca hago una música porque sí nomás. Si bien vivo de la música, lo que ha marcado siempre mi devenir por los géneros, es que me declaré siempre un músico. No músico de, sino músico. Para mi la música es do, re, mi, fa, sol, la, si. Eso es música.

– El hecho de volver a un lugar geográfico, ayuda a la hora de componer.

Es un soporte artístico muy importante. Hay una tendencia en el mundo donde los artistas están volviendo a su lugar de origen, hay artistas brasileros que trabajan por todo el mundo, Europa o Estados Unidos, pero viven en su pueblito natal de Brasil, de alguna manera vivo eso en Corrientes, trabajo por todo el país pero siempre estoy acá.
Sin embargo, ir a Curuzú y encontrarme con todos los amigos, con muchos de los cuales empecé a crear música es hermoso. Verlos ahora con sus historias, con sus proyectos, fue algo incentivador e inspirador. Me vine con una felicidad enorme y eso nos potencia como artistas. Es muy importante el lugar, más si se hizo músico en ese lugar ya se queda comprometido, todos mis recuerdos de la infancia son relacionados con la música, y en Curuzú Cuatia. No me acuerdo de haber estudiado, pero si me acuerdo de haber tocado a lo largo de esos años, en la primaria y en la secundaria. No sé como pasé de grado.

– A veces surge un tendencia de revisión de lo mismo, Ustedes apuntan a eso desde la Fundación.

En principio la idea central es generar nuevas obras. Por ejemplo, te cuento que viajaba este último fin de semana con Roberto Romero, Marily Morales Segovia y Cacho González Vedoya, ellos son los íconos de la canción nueva en Corrientes. Le decía a ellos que el momento actual está para que no toquemos más las obras de ellos, que ya lo hicieron muy bien, y que van a quedar para siempre entre nosotros. No hay que hacer una nueva versión de “Taipero Poriahu”, por ejemplo, porque no hay una mejor versión del tema que el original, porque la música está relacionada con el momento histórico en el que es concebida. Los temas son un hijo que ya nació. Ahora tenemos que hacer otros hijos. Basándonos o apoyados por ellos tenemos que crear nuevas composiciones, nuevos estilos, ese es el gran desafío. No nos engañemos, no lo tocamos mejor de lo que ya fue tocado. Hay que crear nuevas obras, nuevos artistas, que estén de acuerdo con el mundo en que vivimos. Ya no vamos a cruzar el puente en una balsa. El chamame tiene que reflejar los cambios que vivimos en nuestra sociedad, si no se torna un género antiguo, lento, un género carreta. Eso no es lo que queremos. Entonces esa inquietud tiene que ser trasladada y que los nuevos creadores vengan con ese concepto. Respetamos lo que esta hecho pero miramos para adelante ahora.

– Vas a estar el 30 de noviembre en la grabación del DVD de Los de Imaguaré, cuáles son tus sensaciones dentro del conjunto.

El estilo musical de Los de Imaguare es distintivo, tiene sello propio, y en el momento en que toco con ellos soy parte de ese formato. Tengo espacio para mi individualidad sin ser individual, para desarrollar un piano en el chamame que no es fácil, sobre todo cuando tenes a Bruno Mendoza y Fabio Acevedo. Con ellos dos esta completo Imaguare, no hace falta nada más. Es muy delicado estar ahí. La impronta de Imaguare es el mensaje, la música va en función del mensaje, es el ropaje, es la forma con la que el mensaje llega a la gente.

Desde los años Kunumi
Waly García nació en la ciudad de Concordia, el 27 de febrero de 1963. A los 5 años comienza a tocar el piano, “aunque en mi casa querían que toque el acordeón, recién ahora me estoy acercando a ese instrumento. Un poco grande ya”, sonríe el músico al recordar aquellos tiempos.
A los 12 años participa en conocidas bandas de la ciudad de Curuzú Cuatiá tales como Teorema, Once menos cuarto, Bengala, entre otras. A la temprana edad de 16, junto a “Aldy” Balestra, forma parte del conjunto vocal Curuzú 4, ganadores del Festival Nacional del Pre Cosquín año 1980.

En 1981, estudia en el Conservatorio Nacional “Juan José Castro” realizando además cursos de Armonía e Improvisación en el Teatro San Martín bajo la dirección de Jorge Navarro y Baby López Furtz. En el mismo año, realiza su primera grabación como invitado de Antonio Tarragó Ros en el disco Confluencias.

En 1984, atraído por la música brasilera, se radica en Sao Paulo (Brasil) donde retoma sus estudios en una de las mejores escuelas del género “Clan” creada por los integrantes del Zimbo Trío, trabajando y grabando con artistas Internacionales tales como: Antonio Carlos & Jocafi (autores de Voçé abusou), Malcom Roberts (Love is all), Paulinho Boca de Cantor (Novos Bahianos), Vera Figueiredo (Grupo Kali y Ritchie), entre otros.

En el año 1986, conforma el dúo García & García con quien graba los trabajos: Heavyswing, Tierra de los Guaranís, Mr. Fire (producido por Ivans Lins & Víctor Martins) y What now editados en EEUU (Blade Records) y Argentina (Música & Marketing).
En Agosto del 2004, graban en Buenos Aires, junto al talentoso músico Roberto Romero “Dos pianos para el chamamé” interpretando a dos pianos, obras clásicas del chamame, este trabajo, formará parte de la colección “Memorias del chamamé” producida por “Aldy” Balestra. En la misma colección, participa como pianista de la artista Teresa Parodi interpretando obras de Edgar Romero Maciel.

En el mismo año, compone y graba para el Instituto de danzas “DIARTE” del prestigioso artista Dionisio Soler las músicas de la obra “La Cenicienta” presentada en el Teatro Juan de Vera.

En el último Festival Nacional del Chamame tocó el teclado junto a Los de Imaguaré y se encuentra trabajando para el homenaje de los 100 años del nacimiento de Osvaldo Sosa Cordero.


por Paulo ferreyra

Fuente - archivo corrienteschamame.com - Jorge Palavecino (diario Época) – fundacionchamamecuruzu.com.ar.







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