Dentro del género chamamecero Mario Bofill es uno de los músicos más reconocidos de los últimos años. Ha participado en cuanto festival se realiza en el litoral argentino y ahora comienza su derrotero por el plano nacional, recorriendo otros puntos del país.

El reconocido historiador chamamecero Enrique Piñeyro ha manifestado en más de una oportunidad que Bofill sigue la línea de Mario Millán Medina. “Él es el prototipo del cantor chamamecero, canta a su pueblo, al paisaje infinito de su tierra, pinta con seguro trazo las costumbres y creencias de la gente, portador de una lírica espontánea y de una línea melódica que llega directo al corazón”.

En una de sus canciones narra la historia de su nacimiento, ocurrido en un pueblo del interior de Corrientes, Loreto, hace 59 años. Su familia está plagada de músicos, incluso comenzó a tocar con uno de sus primos, Alberto Bofill, después cada uno se fue abriendo camino. Hace algunos años tuvo un grave problema de salud, una trombosis lo dejó al borde de la muerte, se recuperó y esta dispuesto a dar pelea hasta el final.

-Es inevitable preguntarte primero cómo esta tu salud.

En realidad viajo mucho, no sólo con la parte musical. Cuando tuve aquel problema grave de salud me di cuenta que había que abrir otra puerta desde lo económico, porque los ingresos de la casa son a través de la música, y sin ellos se frenan todos los proyectos del hogar. Entonces hicimos un negocio de ramos generales en Loreto, chiquitito pero ahora se fue agrandando. En estos últimos años me fui curando, y ahora gracias a Dios estamos los dos –la música y el local de ramos generales- trabajando. Esto me obliga un poco a realizar dos viajes por semana a Loreto para reponer la mercadería. En realidad ando abusando un poco de mi salud. Cuando tuve la trombosis tenía 26 a 27 actuaciones mensuales, y hacía todo, manejaba, actuaba, y después me enfermé y hasta casi me morí. Entonces los médicos me dijeron cuando me repuse que hiciera una actuación por semana…

-Pero estas haciendo más de lo recomendado.

Sí, ahora tengo cuatro actuaciones por semana. Sucede que los compromisos contraídos tiempo atrás no pude cumplir por mi problema de salud y ahora estoy saldando esos compromisos. Ahora todos planifican y “me dicen ya estás tal fecha en tal lugar” – todo porque son gente amiga – entonces no puedo fallarles a ellos. Ando un poco apretado con el tiempo.

-En estos recorridos –que también disfrutas mucho – vas viviendo y reviviendo nuevas experiencias.

Exactamente, – ahora estamos grabando un nuevo material discográfico, con algunos invitados especiales. Si esto no sale es por cuestiones de tiempo nada más pero en un mes más o menos debería estar todo terminado. Un disco con mucho invitados, – Soledad, el Chaqueño Palavecino y Rojas– esto no es porque uno necesite salida económica o más ventas. Sino más bien que al grabar con ellos hay (parece) posibilidades de llegar más lejos de lo que estamos empujando nosotros. Pero yo no me olvido de mi gente y por eso voy a grabar con Cacho Espíndola, Ramona Galarza y Salvador Miqueri. No te olvides que ya viene el tiempo del DVD todavía; en el campo algunos no saben poner un compac y eso ya esta por desaparecer con el DVD – porque que la imagen del video es lo que viene, entonces va a haber 6 o 7 videos con los temas del disco.

-Cómo está el proceso de grabación - ya grabaron todos los temas – están en los arreglos.

Empezamos a grabar ahora, pero en realidad soy muy irresponsable con eso. Siempre termino los temas en el estudio, pero siempre fui así y eso no va a cambiar ahora. Vamos haciendo la melodía, algunas letras están a media y por último van las voces de referencia.

-Se dice que tenés la sensibilidad en la piel, tus canciones revelan mucha fuerza emotiva, cómo se logra esto, se busca.

En realidad no lo busco, eso sale solo. Es que mis temas no son temas comerciales, sin embargo la gente ahora me pide canciones que hice hace tres o cuatro años, por ahí algunos temas ya olvidados y por eso tengo que tener un atril con las canciones. Porque recién están entrando temas de mí disco de tres años atrás cuando yo estoy grabando otro en este momento. Y son historias profundas que cuando crecen ya se instalan y quedan ahí, ya son de la gente también.

-De qué nos vas a hablar en este disco nuevo.

Sigo siempre en lo mismo. Vos fijate que cuando no puedo acercarme a un estudiante él se acerca y me cuenta sus historia de estudiante del interior. Además de mis charlas con los pescadores, con los viejos, con matrimonios.

-Podrías adelantarnos alguna historia o algunas de estas vivencias.

Hay historias de animalitos. La relación de la gente del interior con los animales es absoluta, es de una felicidad muy grande. Entonces hice un tema que se llama bicha – dedicada a una carpincha. Después tengo una historia de amor, de ternura, que se llama la señal de la flor.

Te cuento brevemente esta historia – Mario Bofill sabrán ustedes que tiene la fuerza para narrar historias que prescinden del tiempo, pues aquí aún prescindiendo del tiempo logra conmover con esta narración. – Se trata de una señora que vivía con su hijito, este comenzó a crecer y se enamoró. Trajo su noviecita a la casa y ya eran tres en el hogar. Pero paso un tiempito y la jovencita quedó embarazada y ya iban a ser cuatro en la casa. Pero ella – la mamá del nene, bueno hombre grande ya – enferma gravemente, entonces le llama al hijo y le dice, “mira mi hijo, yo no voy a estar cuando nazca mi nieto, porque no voy a llegar, me siento muy enferma. Pero no te preocupes, yo te voy a dar una señal de la flor, cuando nazca él tenés que ir al cementerio y vas a encontrar sobre mi tumba una flor con una pintita azul, eso quiere decir que yo ya sé que nació mi nieto. Bueno, como se esperaba ella murió. Pero para gran sorpresa de todos su hijo tuvo mellizos. Ahí surgió el aprieto para el cómo contarle a la madre que nacieron dos y no uno como habían pensado. Entonces se fue al cementerio y encontró la flor con dos pintitas azules.

- Sentís que hay una relación de padre e hijo con tus canciones.

Si, es así, pero no te olvides que todo a veces depende del tiempo. Además uno empieza con el primer compac y después se hace difícil repasar hasta el último. En una época atrás yo vendía 80.000 compac en Misiones, que distribuía un diario local a razón de 20.000 por mes. Eso hizo que haya entrado con mucha fuerza y pasado los límites de la provincia. Ese fue un espaldarazo grande que tuve.

-Esto que decís se refleja en tu agenda de actuaciones, el mes pasado prácticamente pasaste el mes entero en Misiones.

Eso pasa básicamente porque nadie va a una disquería a comprar música porque ellos son de comunidades diversas y tienen su cultura propia. Hay alemanes, yugoslavos, ucranianos, suizos, polacos, españoles, otros que me debo estar olvidando en este momento. Pero un diario entra a la casa de cada uno, y por ahí uno compra y dice al fulano escuchá esto, y quién es ese, qué música hace, y así se fue difundiendo lo que hacemos en esta tierra. No tengo nada que ver con su cabello y su piel pero ahora soy uno más de ellos, y tenemos un cariño mutuo tanto con misioneros, formoseños, chaqueños, entrerrianos.

- Por último hablamos de los invitados del disco y nos faltó nombrar a Julián Zini.

Pero sí desde ya, Julián Zini es mi paye. Tengo cuatro o cinco temas con él. Hay temas dedicados al amor y también cosas nuevas muy interesantes. Por ejemplo, una letra de Julián sobre los malvineros que se llama combatientes, porque viste que todo el mundo habla de los ex – combatientes, pero resulta que ellos están luchando constantemente para vivir, o para sobrevivir, y para algunos incluso quieren volver a Malvinas para encontrarse con los afectos que han quedado allá, entonces son combatientes.

por paulo ferreyra