Cuando habla Leopoldo Polito Castillo el mundo se detiene y se toma una pausa. El ritmo de la conversación no tiene ningún apuro. “El chamame nos ganó el corazón”, desliza en tono suave y añorando un paisaje que pintado sin palabras.

“Llevo más de 50 años trabajando por la difusión de nuestra música. Si bien ahora, un poco por los años también, me dedico más que nada a la parte autoral de la familia chamamecera”.

En la mañana del miércoles, corrienteschamame.com intentaba comunicarse con el dueño de una de las tantas casas del barrio de Morón, Buenos Aires. “Polito Castillo no está, esta trabajando por la difusión de los chamameceros”, responde desde su casa. Así una y otra vez hasta que lo encontramos.

“En nuestro país estamos mal organizados, todavía tenemos leyes sobre el derecho de autor, que castiga a los más débiles, derivados de la hostilidad del presidente de facto Juan Carlos Onganía”. Sin prisa pero con la intención de aclarar más sus expresiones, Polito Castillo remarca que “también en la época de Alfonsín si agudizó la situación de los artistas de folklore de todo el país”.

La Ley 17648 es la que regula la actividad de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música – reconocida por todos como SADAIC-. Bajo la presidencia de Onganía se dio curso al decreto número 5146/69; el mismo, en su artículo 24,25 y 26 regula la condición de socio de SADAIC. “Éste decreto condiciona aún más el carácter de socio que pueden tener los artistas de cualquier género”

“En esta lucha llevo más de 30 años de trabajo. No vamos a claudicar. En este momento no estoy autorizado a brindar los nombres de quienes están en esta pelea. He sufrido muchos agravios como socio, he tenido el agrado de poder ganar los juicios administrativos, pero la intención de los autores y compositores es cambiar la ley”.

A fines de la década del 80, bajo la presidencia de Alfonsín se dieron curso a los decretos 1078/87 y 1002/89. “Los mismos buscaron la vía más cómoda de favorecer a una cúpula más cerrada de la institución que regula nuestra actividad, en detrimento de los más postergados”.

Volviendo a las palabras de Enrique Piñeyro, Polito Castillo es sin dudas uno de los creadores obligados a consultar en nuestro historial musical. Sin embargo, la difusión y la defensa de la música chamamecera lo tiene como protagonista indiscutido en nuestra cultura. “Junto a Ferradas Campos, Santiago Adamini, entre otros, fuimos los gestores de la jubilación que hoy otorga SADAIC a sus socios más honorables”. A pesar de éste gran objetivo alcanzado, Polito Castillo prefiera hablar de lo que falta hacer más de lo que ya esta hecho.


Todo su canto a la música litoraleña

Leopoldo Polito Castillo tiene un obra prolifera como solista que se abre en un abanico entre temas como; “A paso pehuejo”, “A orillita del camino”, “Al club la Luisa”, “Al maestro Ángel Domínguez”, “Canto a la lluvia”, “Chamame”, “El Chamame”, “Encarnación del Paraguay”, “La cruz bendita”, “Motivo de noche buena”, “Para ti mi niño”, “Salud de Campeones”, “Taita del Chamame”, “Yo también soy Argentino”.

Siguiendo con esta corriente de nombrar simplemente parte de su obra, recordamos algunos de sus temas con grandes referentes de nuestra cultura popular. “A los amigos” José Pelussi, Diego Yaguaron y Castillo; “A mi bandera” de Damasio Esquivel y Castillo; “Adiós guainita” de Ramón Perfirio Chávez y Castillo; “Al poeta misionero” de Salvador Benítez y Castillo; “Amor prohibido” de Roberto Galarza y Castillo; “Audiciones misioneras” de Honorio Serpa, Juan Souza y Castillo; “Aunque no soy de corrientes” de Rubén Díaz y Polito Castillo; “Bajo el cielo de mi pueblo” de Honorio Serpa y Castillo; “Campesinita de Santa Fe” de Héctor Chávez y Castillo; “Cantando a Chubut” de Alberto Tito Véliz y Castillo; “Canto al Paiubre” de Cirilo Núñez y Castillo; “Carnaval Correntino” de Wenceslada Avalos de Castillo y Polito Castillo; “Chamame a la pomonita” de Román Ruiz y Castillo; “Chaqueñita” de Eduardo Miño y Castillo; “Che yerba mate pora” de Francisco Silva y Castillo; “Córdoba feliz” de Alberto Sampedro y Castillo; “De vuelta al pago” de Héctor Chávez y Castillo; “El baile del santo” de Francisco Kiko Niz, Luisa Amelia Roch y Castillo; “Gente litoral” de Julia Mercedes Ferradas Campos y Castillo; “Héroes de las Malvinas” de Maria Castillo, Wenceslada Avalos de Castillo y Castillo; “Homenaje a Buenos Aires” de Migdonio Pérez y Castillo; “Ñatita” de Ernesto Montiel, Isaco Abitbol y Castillo; “Yo soy chamame” de Pedro Enríquez y Castillo; entre tanto otros.

por paulo ferreyra