En el cielo correntino las estrellas no se dejaban ver, el frió que azotaba las calles dejaba correr personas hechas una sombra, vestidas de negro hasta las manos. A pesar de todo ese cuadro, dentro de uno de los bares de la calle Junín, Joselo Schuap traía consigo la fuerza de la selva y el agua del litoral.

-Cómo nace la pretensión de preparar esta gira que arranca en agosto.

Sucede que estábamos junto a Sergio Hernández, Jorge, Fabel, Víctor y otros músicos. Nos fuimos encontrando a través de lo ideológico, más allá de la cuestión artística. Entonces nació esto de unir en una gira nacional la triple frontera con la ciudad más austral de la Argentina.

-Van a recorrer distintas geografías pero uno solo es el mensaje central.

Hoy la geografía es lo que menos importa, así como nunca importaron los colores de piel, las religiones, ni las procedencias. Aquí lo único que importa es el ser humano y el medio ambiente; la cohesión entre las dos cosas deben fortalecerse.

Cerca de la media noche el bar en cuestión estaba colmado. Había aún lugar para el ingreso de más personas, pero éste jueves era duro y frió para desafiar al clima. A pesar de ello los organizadores estaban conforme, Joselo Schuap llegó temprano y mientras hacían señas de que todo estaba listo, el músico dialogó con corrienteschamame.com.

-Hay una corriente nueva para que el hombre vaya de la mano con la naturaleza.

-Siempre la cultura que estuvo vinculada con los científicos y los referentes del siglo pasado nos hicieron entender al hombre y a la naturaleza por un lado. El hombre en la vereda de enfrente de la naturaleza. El hombre sirviéndose, como si fue el gran rey, señor y dueño de toda la naturaleza sin medir las consecuencias. Después llegaron los señores de los papeles –de las finanzas- y dijeron que todo el discurso ambientalista y ecologista era una cuestión volada, loca y poética. Hoy nos encontramos aquí con que lo más abstracto y lejano al hombre es el mundo de las finanzas. Así que por eso nosotros creemos que somos los mas realistas del mundo porque hablamos de algo que no se puede obviar más – que es esa unión entre el hombre y la naturaleza. Son una sola cosa y ese mensaje queremos llevar en esta gira.


Cuando los relojes buscaban marcar el cero, el músico tomo el micrófono y comenzó a animar a todos para que se acercaran al modesto escenario. El telón de fondo era una pantalla de tela blanca que permitiría ver un documental, el mismo formará parte de la gira que comenzará en agosto. Las imágenes hablaron entre otras cosas sobre el desmonte misionero y la futura guerra del agua, incluyendo en el temario los esteros del Ivera. En diez años la selva virgen misionera perdió un millón y medio de terreno; “el pronóstico es alarmante, dentro de diez años podríamos hablar de que en misiones alguna vez existió montes vírgenes”.

El documental abrió el espacio para que el nudo en la garganta bajara un poco. En el ambiente las miradas consternadas fueron sucediendo una tras otra. Aquí lo que más nos toca es el Ivera, pero nuestro clima también se verá afectado en la medida en que avance el desmonte en toda la región del litoral. Para romper el silencio, Schuap presentó el único video clip de su disco Agua Bendita. “Cuando Raúl Barboza estuvo el año pasado por tierra misionera aprovechamos la ocasión para grabar algunos temas del último disco. Hoy presentamos el poema “Ama Guasu”, cuya letra pertenece a Alfredo Villegas Aromi con música de Barboza. El también esta ahora en nuestro país recordando que estamos unidos en la defensa del medio ambiente, porque estamos llegando al final del hilo y de la madeja del medio ambiente.

-Este nuevo disco tiene una raíz más chamamecera. Cómo ves la recepción del público con referencia a esta música.

El chamame es nuestra raíz musical del litoral Argentino. Además creo que a nivel nacional, latinoamericano y a nivel internacional el chamame es la música que viene. Es lo único que puedo entender del chamamé. El chamamé es la música que va a gobernar. El chamame es un machete afilado que va a defender todo lo nuestro. El chamame es.

Cuando todo estaba listo, Joselo Schuap tomo su guitarra y comenzó el disfrute de un recital intenso. El segundo tema lo tuvo concentrado en su guitarra, la mirada al boleo entre su público y el pelo al viento. La temática del medio ambiente también estaba pintada en cada composición; así comenzó con toda la fuerza de las seis cuerdas el tema “El mensú”, de Ramón Ayala. Mas tarde llegó un acordeón regenteado por una mujer. La noche cobro una vitalidad chamamecera que fortalecía la fusión entre la naturaleza y el hombre. El sapukay se ensanchaba en los presentes mientras un solo grito se dejaba oír, "el día bueno lo forjarán los hombres de corazón”.

por paulo ferreyra