Coquimarola: El Chamamé va ganando terreno
Lunes, 27 de marzo de 2006
Sí escuchar el acordeón de Coquimarola mueve los músculos de la sonrisa y la felicidad, tanto más charlar con este gran músico chamamecero. Este verano tuvo una agitada agenda por distintos festivales del interior de la provincia, en una de esas localidades nos detuvimos un instante.
Sus primeras palabras describen su felicidad actual. “Estamos felices por la receptividad de la gente. Estamos haciendo lo que sentimos y vamos por el buen camino porque vamos sumando más adeptos y gente que nos sigue”.
Las declaraciones de Coquimarola no se detienen como un largo chamame. “A pesar de todo lo antes dicho ya estamos pronto por dejar... Todavía no pero unos añitos más.- tras éstas fuertes palabras aclara rapidamente- No vamos a dejar estos pasos que estamos dando, simplemente queremos abrir caminos para la nueva generación y que son gente muy macanuda que viene surgiendo”.
Con relación a los estilos del chamame, Coquimarola advierte que “aunque si bien se dice en algunos lugares festival tradicional, no se si bien o mal llamado tradicional, porque en realidad toda la música de perspectiva pasa primero por lo tradicional y después viene lo demás”.
Coquimarola comenzó a los 14 años, cuenta en la actualidad con más de 200 composiciones registradas, entre las que se encuentran Sonría de nuevo, Establecimiento la esmeralda y nuestro sueño. “Para este año 2006 vamos a grabar un disco en el mes de agosto. Aún no puedo adelantar nada porque justamente estamos trabajando sobre los temas del disco, van a estar seguro algunos temas nuevos y otros clásicos de nuestra música”.
Consultado el músico sobre las perspectivas para este año, manifiesta que como cada nuevo año las “intenciones son seguir trabajando. Este es un medio de vida tan lindo, hermoso y sublime, porque es el aplauso de la gente el premio mayor".
“El chamamcero tiene una vocación que lo empuja a seguir trabajando, ser músico toda la vida y no de vez en cuando. Desde que te despertás hasta que te dormís, y así todos los días del año”.
por paulo ferreyra