Con la calidez humana de siempre y con la misma profundidad que tienen sus palabras,
Hugo Chumbita dialogó con corrienteschamame.com. El historiador pampeano, radicado hace ya algunos años en Buenos Aires, recorre algunos pueblos de nuestra provincia en busca de la tumba de Rosa Guarú.
Chumbita viene hace algunos años desentrañando la historia intima de
San Martín. En este sentido, publico hace algún tiempo atrás un artículo en el diario Clarín donde remarcó que hay “muchos aspectos del origen de José de San Martín que han sido un enigma. Su fe de bautismo nunca fue encontrada; la fecha de nacimiento, los estudios en España también estuvieron rodeados de ambigüedad. Un libro de memorias escrito en el siglo XIX por María Joaquina de Alvear y Sáenz de Quintanilla confirma rumores que recorren dos siglos de historia Argentina: San Martín fue hijo del español Diego de Alvear y de una india guaraní, de quien la tradición afirma que se llamaba Rosa Guarú”.
Desde Buenos Aires, Chumbita ya organizó un grupo de personas para trabaja bajo esta causa. El día martes el historiador llegó a Yapeyú, al día siguiente se trasladó a la localidad de Guaviraví y en la tercera jornada visitará Santo Tome". “Estamos buscando la tumba de Rosa Guarú, una tumba sencilla y ya olvidada. Dos son los objetivos centrales de esta visita, de hallar los restos de Rosa Guaru se podría hacer las pruebas de ADN y establecer los lazos filiales con San Martín; y también reflotar la memoria de Rosa Guarú. Sería muy importantes tener un lugar donde rendirle homenaje y rescatar un lugar físico para que ella pueda ser recordada”.
Hugo Chumbita se entusiasma cada vez que habla sobre el tema. "Sencilla, mujer de valores profundos, dejó su marca indeleble en la historia de nuestro país". Chumbita llegó a Corrientes a sabiendas de que su tarea no era sencilla, la búsqueda es ardua y trabajosa. “En cada lugar esperamos encontrarnos con los historiadores de la región y con los pobladores que mantienen nuestra historia oral”, confesó Chumbita.
Bajo el sol abrazador de estos días, recorriendo las calles de tierra de nuestra provincia, Hugo Chumbita busca la tumba de Rosa Guaru en compañía de Adriana Ventura, quien llegó junto a él desde Buenos Aires. “Allá –en Buenos Aires- armamos un grupo de trabajo, que denominamos “Lautaro”, lamentablemente muchos no pudieron venir pero seguimos trabajando juntos”, remarcó el historiador. “Lautaro” es un nombre muy caro a la vida de San Martín, así se denominó la logia creada por el libertador y Alvear, mediados del año 1.812.
El lazo de filiaciónCorría la segunda mitad del año 2.001 cuando Hugo Chumbita había realizado el pedido de prueba de ADN del General José de San Martín. La Comisión de Cultura del senado de la Nación tenía el expediente en sus manos. La crisis desatada en diciembre de ese año logro cajonear el expediente.
Consultado en estos días por esta cuestión, Chumbita remarcó que “ahora creemos que la vía más adecuada es pedir a la Justicia una investigación. El hecho de poder encontrar la tumba de Rosa Guarú permitiría poder realizar la prueba de ADN con el General de San Martín, y poder así establecer los lazos de filiación”.
Mamá Rosa Guarú“Rosa Guarú era la indiecita que tuvo un niño, y la familia San Martín lo adoptó como propio, pero ella siguió en la casa cuidándolo, criándolo, hasta que se fueron a Buenos Aires. El niño tenía entonces unos tres años y le prometieron que iban a venir a llevarla a ella, pero no aparecieron más. Rosa Guarú los espero toda la vida. Cuando atacaron y quemaron Yapeyú, ella se fue a la isla brasilera, estuvo mucho tiempo allá y volvió. Levantó un ranchito por Aguapé, y mantenía la esperanza de que volvieran. Le tenía un gran apego a José Francisco. Nunca se casó, aunque tuvo otros hijos. Siempre preguntaba por San Martín. Este, cuando era jefe de los granaderos, le regaló un retrato o medalla que ella conservó siempre, y al morir, ya muy viejita, la enterraron con ese recuerdo del que era inseparable”.
Esto es lo que los tatarabuelos de María Elena Báez relataron a sus hijos y nietos, y ellos a su vez transmitieron a los biznietos y a ella. Los pobladores antiguos de Yapeyú, y especialmente las mujeres más añosas, como Zoila Daniel, Elisa Coronel y Yuntina Ferreira, conocen la historia, aunque la cuentan con muchas reservas, sólo si les pregunta. Lo único que admite la versión oficial es que Rosa Guarú fue la niñera del Libertador, y los yapeyuanos guardaron el secreto de que era su verdadera madre. (nota de Hugo Chumbita publicada en Pagina/12 –2000)
por paulo ferreyra exclusivo para corrienteschamame.com