El pasado sábado 27 de agosto, Juancito Güenaga se presentó en el club San Martín de nuestra ciudad Capital. En el marco del programa de “Argentina de punta a punta”, y en consonancia con el programa local de “Corrientes de punta a punta”, se realizó el festival chamamecero.
Unos minutos antes de subir al escenario, Güenaga habló sobre este presenta tan intenso. “Estamos teniendo mucho contacto con nuestro público”.
“El pasado 13 estuvimos en Entre Ríos, el 14 hicimos una linda presentación en el Instituto de Comunicaciones, en Buenos Aires, llevados allá por el centro de residente de Mburucuyá. El 15 estuvimos en La Cruz, hicimos casi dos mil kilómetros en tres días”, declara el músico.
Vestido de blanco, con su amplio sombrero negro y esa sonrisa que lo caracteriza, Güenaga habló en relación a este presente; a la gira que están haciendo y de la grabación del disco.
“En Curuzú estamos grabando nuestro nuevo material discográfico. Va a tener 16 temas, siempre me auto impongo un número de temas para cada disco”, vuelve a sonreír en cada nueva expresión. El nuevo material tendrá temas nuevos y algunos clásicos de la música popular, llegando con este material a los 18 disco editados.
Entre los temas que podrán escucharse están, “El cachapecero”. “Un chamarrita; un tango como ser “la comparsita”; una ranchera que se llama “me enamore otra vez”; entre otros temas.
Nuestro chamaméEn la charla con Güenaga, volvió a salir el tema de la similitud del chamamé hecho en Brasil, y también de la música Paraguaya. “Para mí la música chamamecera nace con los guaraníes, en el seno de la comunidad jesuítica.
Si prestas atención, es en la región guaraní donde se desarrolla nuestra música –Paraguay, litoral Argentino y sur de Brasil”. “Creo que ese es el origen verdadero del chamamé”, comenta Güenaga.
Consultado sobre su referente musical, no duda en sentenciar que “mi referente desde chico y de toda la vida fue Tarragó Ros”. “Escuchaba su música entre de los años 60, aún siendo muy chico”.
Con el paso del tiempo, siendo ambos de Curuzú, tuvo la oportunidad de “conocerlo, de ser su amigo. Hemos charlado muchas horas con Tarrago padre”; recuerda con cierta nostalgia de aquellos días.
En la entregada de Curuzú hay un letrero que dice; “Curuzú Cuatiá, cuna de músicos chamameceros”. Güenaga trae esto a la memoria para recordar que desde esta localidad “hay buenos músicos, y que por ello el pueblo también tiene muy buen oído”.
Güenaga se inició en “la música un 29 de octubre del año 1968, en un galpón del ferrocarril, con aquellos viejos equipos de música y las bocinas, porque no había todo este modernismo que hay ahora”, comenta.
Con su acordeón ya ha recorrido el país entero. En la noche del Club San Martín, volvió recordar sus clásicas canciones, en un repertorio que alcanzó las dos horas de buen chamamé.
“Volver a tocar en esta ciudad es muy especial, pero en todos lados es especial”. Güenaga hace referencia a lo bien que es aceptada su música, a pasar de venir de una corrientes distinta de Cocomarola. “Nuestra provincia esta hermanada en chamamé” sentenció el curuzucuateño.
Paulo F. Ferreyra para corrienteschamame.com