SANTIAGO DE LAS MISIONES-PARAGUAY
Lunes, 5 de septiembre de 2022
Karai tam tam
En Santiago Pueblo, paraje de las Misiones, vivía un hombre llamado Esteban Zarza, más conocido como karai Tam Tam.( Voz o onomatopéyica del sonido de la campana ).
Eran tiempos en que no faltaban motivos para que suene la campana ubicada en la alto de un campanario de madera situada frente a la Iglesia
Parroquial.
6 de mañana, 12 del medio dia y 6 de la tarde sonaba
9 campanadas en intervalos de 3,mas 12 seguidas. Con ellos se anunciaba la oración del " Ángelus " cuando había un fallecido mayor de
Edad ( lasanima ) se tocaba "doble" eran 2 toques y uno intermitentes.
Cuando el fallecido era un niño/a (Angelito) o si era un púber.
(Angeloro) sonaba el repiqueteo, toques rápidos y seguidos.
Las campanadas por los muertos se pagaba por minutos de duración y el menor o mayor tiempo determinaba la condición económica de los deudos (familiares).
Los recaudados iban a parar en la alcancía del viejo Pa'i Vericat.
En el arte de tañir la campana se destacaba Karai
TAM TAM, que para el efecto se solicitaba su servicio, lo hacia de tal manera cual el Rey David tañendo la lira.
Al toque del doble los curiosos, presurosos acudian a karai
Tam Tam para saber quién ha muerto.
Un día algunos vecinos vieron pasar un cortejo fúnebre rumbo al cementerio ubicado al poniente.
Iban caminando, lento, cabizbajos, descalzos; los hombres con sus sombreros en manos, las mujeres cubiertas con mantos negros.
Conducían un ataúd de rustica madera, forrado con telas negras al igual que la tapa, con una cruz formada por tela blanca.
Los acompañantes fueron : ña Ignacia Guari, karai Rote Alvarenga, ña Petronita Guapajú, Ulderico Pacheco, Sebastian Esquibel, Juan Talai, Pilá Zarza, Martina Zarza,Domitila Sanabria, Gregoria Zarza,
Juanita Rorí, karai To'i, Emilia Yapari, Sastre Medina, Trancita Medina y otros tantos.
Hubo curiosidad en el pueblo, por qué en esta ocasión no se escucharon las campanadas (repiques)
Y surgió esta triste noticia. Karai Tam Tam habia muerto, por eso calló la campana.
A partir de aquel tiempo, en tardecitas, como presagio de mal tiempo, de los bosques de los alrededores venían los ecos de las campanadas termitentes ; los que escuchaban decía : Aipoke Karai Tam Tam
ombopú i campana hina.
Es el espíritu del histórico campanero aferrado a su vieja profesión.
De mi autoría.
Hilario Rafael Acosta Galeano-Paraguay.
R:Clara González.-