El pueblo Chamamecero todavía llora a estos músicos tras 27 años de su sentida desaparición. Y las voces se entrecortan al recordarlos y escuchar su música. Mario Bofill fue uno de los que quiso homenajearlos haciendo su versión de Flores del Alma, un chamamé emblemático que llega a lo más profundo del corazón de quien lo escucha. Y fue el propio Bofill que los recordó en el homenaje que se hizo en Bella Vista.