Los de Imaguaré
Viernes, 27 de mayo de 2016
Un chamamé lleno de historia para homenajear el acontecimiento patrio
El tradicional grupo recibió el 25 de mayo con un espectáculo que fue ovacionado por un numeroso público que colmó el escenario.
Una fecha histórica, el 25 de mayo. Un grupo que lleva en su sangre la historia: Los de Imaguaré. Un momento que podría haber sido sólo para recordar unido a un grupo de personas capaces de pensar el arte, se transformó en una velada única, como pocas. El grupo que se prepara para celebrar sus cuatro décadas con la música ofreció en la noche del martes pasado -previo al día de la patria-, un espectáculo que fue más allá de la medianoche y que incluyó un repertorio ordenado con el único objetivo de conmemorar una fecha representativa para todos los argentinos. Quienes conocen de espectáculos afirman que un repertorio es una secuencia de temas ordenados por un criterio. El que ofreció Imaguaré el martes pasado, sin lugar a dudas que lo tuvo. Fue medido, sin lugar a errores, impecable. Cada tema, cada recitado, cada acción realizada sobre el escenario al que fueron convocados, estuvo pensado. Es cierto que el músico tiene posibilidades de improvisar de acuerdo con la respuesta del público; ellos lo hacen y de hecho lo hicieron en varias oportunidades, pero el grupo está tan ajustado que todo pareciera ensayado de la misma manera, incluso las improvisaciones. Con el día patrio fueron varios quienes festejaron sus cumpleaños y la voz del grupo, Julio Cáceres -quien el año pasado celebró sus 50 años con la música-, se permitió dedicar varias canciones no sólo a los presentes, sino a sus hijas y a su esposa, los que por el significado de cada una de las poesías, se convirtieron en momentos que llenaron el alma y robaron alguna que otra lágrima al numeroso público que colmó el lugar. Es más, en un momento, Julio Cáceres interpretó Avío del Alma. Un tema que si bien generalmente forma parte del repertorio, en este momento fue diferente. Antes de interpretarlo, rememoró que en la actuación que realizaron en Caá Catí, un padre se lo pidió para su hijo, un jugador de fútbol que estaba fuera de Argentina, más precisamente en México. Justamente, el destinatario de aquel regalo musical, Daniel -Keko- Villalva, estaba presente en Sherwood escuchando en vivo y en directo al grupo con el que se siente identificado. (Ver recuadro) Por otra parte, cuando el reloj marcó las 12 de la noche, el salón -que estaba a pleno-, se puso de pie para acompañar la interpretación del Himno Nacional Argentino que ya es un clásico en el grupo y que es una responsabilidad de la voz joven, Nicolás Cáceres. Fue otro de los momentos emocionantes de la noche porque el público, el chamamé e Imaguaré, lo hicieron posible. De esta manera, Memoria de la sangre... rumbo a las cuatro décadas, el espectáculo que el grupo está presentando en los escenarios que recorre, hizo gala de su nombre. Mucho de historia, de romanticismo y de la familia es lo que presentan con los sonidos, las voces y el impecable recitado de Federico que volvió a lucirse en la noche del martes.