Homenaje
Martes, 26 de abril de 2016
En Posadas se toparon Tránsito Cocomarola y el Lucero Cantor
La capital misionera rindió homenaje y reconocimiento al cantautor mburucuyano Salvador Miqueri con la inauguración de la avenida que lleva su nombre. Vaya hermosa coincidencia que ésta corta a otra, designada como Tránsito Cocomarola.
En una emotiva ceremonia el sábado la capital misionera de Posadas inauguró la avenida Salvador Miqueri con el descubrimiento de una placa y el busto dedicado a “Lucero Cantor” a cargo del reconocido artista correntino Julio Mac Donald. Familiares y amigos participaron del evento que tiene por objetivo homenajear a uno de los hombres más importantes de la música popular chamamecera.
Por unos momentos Misiones se volvió correntina, recordemos que en la Constitución Provincial de 1864 se incluía a su geografía dentro de la provincia de Corrientes. En 1870 se creó el departamento de Candelaria y en 1877 el de San Javier. Corrientes nombró autoridades provinciales, delineó estas colonias y trazó caminos, también fue poblada por muchos correntinos que llevaban en la valija sus costumbres, su música, sus leyendas y en persona sus hombrías de bien y la valentía que los caracteriza.
El pueblo de Posadas, con muy buen criterio, reconoció y distinguió a una persona entre las demás como consecuencia de su trabajo y andar con la música correntina. Es de agradecidos el reconocer al “Lucero Cantor”, como un creador, poeta, músico, trabajador de la cultura, como un hombre de bien. Ya en la antigua Roma, Seneca nos recuerda: “Es tan grande el placer que se experimenta al encontrar un hombre agradecido que vale la pena arriesgarse a hacer un ingrato”.
Esta distinción, además de indicar un nombre, es un reconocimiento a nuestra música tradicional, el chamamé tan arraigada en el territorio misionero y a ese bagaje de cosas, la memoria del pueblo, la conciencia colectiva de la continuidad histórica, el modo de pensar y de vivir, a lo que llamamos cultura.
Hablar de Salvador Miqueri sería redundancia, tiene sobrados quilates para este merecimiento y se trata de un acto de estricta justicia que los misioneros supieron interpretar.
La esquina más chamamecera de Posadas se pobló de sapukai y chamamé y esa forma que nos caracteriza de juntarnos y compartir y hacer del humor y la alegría una forma de vida.
Este acontecimiento me permitió encontrar con dos grandes amigos, Cacho Barrios Arrechea y al hijo de un querido amigo Mario Losada, Joaquín Lozada, actual intendente de Posadas, ambos tuvieron vivencias correntinas en su paso por esta provincia y quedaron prendados de este lugar donde nos marea el agua ardiente pero nunca la plata, como bien dice Julián Zini.
Espero que este reconocimiento sea ejemplo en nuestra provincia y se empiece a distinguir a los trabajadores de la Cultura y agradecer a los misioneros por distinguirnos.
José Miguel Bonet