Cima, edición marzo
Miércoles, 23 de marzo de 2016
Los de Imaguaré reconocidos por una revista regional
La publicación se distribuye entre las provincias del Nordeste.
La revista Cima es una publicación de una reconocida tarjeta de la localidad de Mendoza pero que se distribuye en provincias como San Juan, San Luis, La Pampa, La Rioja, Catamarca, Tucumán, Salta, Santiago del Estero, Jujuy, Chaco y también en Corrientes. Como no podía ser de otra manera y en el marco de la Fiesta Nacional del Chamamé que se llevó adelante en enero pasado, parte del equipo de la revista estuvo en Corrientes para referenciar a través de sus páginas este encuentro cultural que identifica a los correntinos no sólo en el país, sino en el mundo entero. Y el grupo elegido, para hacerlo por trayectoria y reconocimiento, popular fue Imaguaré. A través de esta publicación, el grupo correntino no sólo pudo contar su historia, sus anécdotas, su vida misma como chamameceros, sino sobre todo hablar de esta música con la que este año celebran 39 años recorriendo escenarios. Y con la que la voz del grupo Julio Cáceres, en 2015 celebró sus cinco décadas transmitiendo el legado de su pueblo a través de su poesía. Para el grupo, fue un momento más que importante tener la oportunidad de contar a quienes tienen la oportunidad de leer esta revista, cómo se vive el chamamé en familia dado que Imaguaré es precisamente eso: familia. Es un grupo que a lo largo de todos estos años se fue consolidando en la memoria y el acervo cultural de su pueblo y lo hizo; si bien con un rostro visible como el de Julio Cáceres, de la mano de Lidia su esposa- y hoy de sus hijos Nicolás (en el canto) y Federico (en la voz). Pero, Julio Cáceres no se quedó sólo con esto, sino que aprovechó la oportunidad para hablar de esta música, que en los últimos años comenzó a sonar en escenarios antes impensados como La Usina del Arte y el Teatro Colón en Buenos Aires y que desde hace varios años, se la puede escuchar en países europeos de la mano de grandes referentes musiqueros. Habló también de una Fiesta Nacional y del Mercosur que cada vez abre más sus puertas a los hermanos latinoamericanos y que siempre tiene un lugarcito para aquellos que, sin ser del género, se animan a hacerlo en el marco del respeto y el estudio. Porque el chamamé no es fácil. Es un género que no basta con interpretarlo, sino que hay que sentirlo.