Roque Librado González Nacido en la tierra de Paso Martínez, San Luis del Palmar, Roque Librado González se formó muy joven el arte de la música. Llegó al mundo el 20 de julio de 1934, la coincidencia con el día del amigo se descubre en el trato cordial que tiene González para sus visitantes. Quienes han escuchado ejecutar el acordeón a Roque González sostienen que es algo sublime; porque las notas sumamente expresivas – vibran y señalan las más diversas sensaciones del alma.
“Desde muy joven me he ganado la vida con la música. Mis primeros pesos fueron tocando la guitarra y después tome el acordeón para siempre”, comenta el músico nacido el 20 de julio de 1934. Entre sus obras más destacadas se encuentran Fortín Correntino, El Cartucho, Puerto Corazón, La Cimbra, entre otros.
Desde la tierra de Paso Martínez, primera sección de San Luis del Palmar, fue ensanchando su creatividad musical. Durante tres años integró el conjunto “Ivera”, de “Chito” Morales y a poco de desvincularse, Simón de Jesús Palacios le concreta una entrevista con don Mario del Tránsito Cocomarola.
“Era el año 1956 y Cocomarola un grande de la música, así que fui en bicicleta hasta su casa, entusiasmado y nervioso por el encuentro”. Tanto como aquellos que se unen en matrimonio y se prometen amor para toda la vida – hasta que la muerte los separe; así fue la relación que llevaron Roque González y Mario del Tránsito Cocomarola. Desde que éste último murió, González no sólo no se junto con otros músicos sino que abandonó los estudios de grabación por más de treinta.
Después de aquel primer encuentro la unión quedaría sellada para el resto de la cuenta Roque, mientras mira una añeja foto donde seis jóvenes músicos sonríen a la cámara. Una foto que luego recorrió el mundo porque corresponde a una de las típicas formaciones que acompañó a Cocomarola: Cáceres, Reyes y Vargas (voces), Antonio Niz (guitarra), Tránsito (bandoneón) y Roque (acordeón). Durante veinte años estuvo junto a Cocomarola. Las obras que han grabado son sin lugar a dudas de un nivel de sumo profesionalismo.
Como compositor Roque Gonzales nos ha regalado cientos de creaciones, como La Delia -homenaje a su esposa, Delia Díaz-, 7 árboles, nombre de una pista bailable que se encontraba ubicada en El Sombrero; La flecha; Cruz del Sur; La Marejada; Puerto Corazón y Caricho Isaco, por nombrar algunas de esas melodías que son orgullo para el folklore.
La inspiración de “La pareja”, un tema que Cocomarola - con su característica bonhomía- permitió que González grabara solo, sin el acompañamiento del bandoneón. Esto abrió la inclusión de Roque como autor y compositor en Sadaic.
“Rendí por entonces como autor y compositor, para adquirir los derechos en ambas disciplinas”.
Las notas completas del acordeónGonzález emprendió desde joven la vida del luthier de acordeón y bandoneón; hoy su casa guarda las imágenes de la época dorada de la música y su presente lo embarga rodeado de instrumentos de fuelle.
El músico recuerda que su inquietud por el acordeón surge en 1952. “Tenía por aquel entonces un acordeón de dos hileras, después le agregue una hilera más. En esos años me ayudo mucho uno de mis hermanos, el sabía mucho del instrumento. Nosotros éramos diez hermanos, el era el segundo y yo noveno, así que teníamos una diferencia de quince años, más o menos. Cuando el instrumento quedó con tres hileras ya no le faltaban ninguna nota. Con ese acordeón grabe durante 7 o 8 años con el conjunto de Mario del Tránsito Cocomarola. Transcurrido eso tiempo recién mande hacer uno bien sofisticado en Buenos Aires. Allá se interesaron mucho porque era un modelo que ellos nunca habían visto; y eso que ellos son afinadores de raza, de familia italiana casi todos”, comentó Roque González a éste cronista.
En el taller del músico, han pasado los acordeones y los bandoneones más destacados de nuestra historia chamamecera. El de Tarrago Ros, de Antonio Tarragó Ros, Isaco Abitbol, Joaquín Sheridan, Ernesto Montiel, Tránsito Cocomarola, Raúl Barboza, entre otros.
Diatónico, cromático, a piano y electrónico, cada uno con su particularidad y como tal, con su complicación al momento de repararlos. Sin embargo, basado en su intuición, Roque se transformó en uno de los luthier más famosos del país y a él recurren los músicos con la seguridad de su preciso diagnóstico.
Fuente; diario El Litoral y fmjuventud.com