Cacho Espindola
Lunes, 9 de septiembre de 2013
A 24 años de la Tragedia de Bella Vista
El 8 de septiembre fue el aniversario 24 de la Tragedia de Bella Vista donde tras un accidente un colectivo desbarranca en el río Paraná y se lleva la vida de Zitto Segovia, “Gringo” Sheridan, “Michel” Sheridan, “Chango” Paniagua, “Yacaré” Aguirre y Johny Behr. Hemos compartido en este portal de corrienteschamame.com el testimonio de Ricardo “Tito” Gómez, uno de los sobrevientes quien además ya escribió un libro con sus memorias. En esta oportunidad revivimos el testimonio de Cacho Espíndola, "Hay un antes y un después de Bella Vista. Creo que para todos los que estuvimos ahí la vida ha cambiado”, subraya.
Especial corrienteschamame.com
Vida
Cacho Espíndola siente cierta emoción, pero sin pausa va narrando sus comienzos. "A los ocho años agarraba la guitarra a escondidas, porque papá no quería que yo sea músico. Aspiraba a que tenga un estudio, que sea un profesional, un arquitecto o un médico. Por eso incluso viajamos a la Capital, porque consideraba que había más posibilidades de estudiar. Pero fue más fuerte la música".
Pero cuando su padre descubre la habilidad de su hijo él ya contaba con nueve años. "Y ya bastante bien le andaba a la cosa". Como todo adolescente, a los 13 años se inclina por la guitarra eléctrica.
El chamamé comienza a respirarse
Siendo Espíndola muy joven, recibe una invitación de Coquimarola para unirse al chamamé. "Y a partir de aquel momento ya no lo deje más", declara el músico.
"Después me invito a su conjunto Don Avelino Flores, con el grabé 3 discos". Sin embargo aún le esperan más sorpresas, allá por el año 79 lo llama Don Ernesto Montiel, para integrar el Cuarteto Santa Ana.
En el año 78 se junta con Cacho Saucedo y Ricardo Scófano, el primero estaba en Buenos Aires y vino a radicarse a Corrientes mientras que el segundo vivía en Paso de los Libres. Estos tres músicos en algún momento integraron el cuarteto Santa Ana.
Ese año conforman el "Trío Corrientes". "Un año después Cacho Saucedo dejo el Trío Corrientes y entra con nosotros Hugo Flores, quien al año nos deja e ingresa en su lugar Carlos "Chango" Paniagua.
Aquella noche de Bella Vista
"Hay un antes y un después de Bella Vista. Creo que para todos los que estuvimos ahí la vida ha cambiado. Gracias a Dios o desgraciadamente. No sé cómo decirlo. Pero creo que nos marcó profundamente. De golpe vos te das cuenta que ya no están más". El silencio entre las palabras vuelve a marcar aquel hecho.
"Estábamos todos juntos y después nos encontramos con la barranca mirando - como dice el padre Julián Zini -"mirando el remanso infinito del río" y sin saber que estaba pasando".
Yo al ver que estaba ahí el río, estaba sentado bien atrás en el colectivo. Me pintó de primera vista todo el panorama.Todo fue tan rápido que cuando me dí cuenta ya me estaba hundiendo.
Cuando todavía no me había llegado el agua pensé. Fue en cuestión de segundos. ¿Qué hago?. Si me quedaba me hundía con el colectivo y si salía lo mismo me iba a hundir porque no sé nadar. Y bueno".
"Podría decirse que me di el lujo de elegir mi forma de morir", sentencia Espíndola. "Me tire al agua así como estaba sin saber nadar. Sin saberlo nadar nadé hasta el altímetro que mide la altura del río. Me prendí a él. Si me preguntas que distancia había no recuerdo, para mí era lo mismo 20 o 30 metros; porque si no sabes nadar no sabes nadar".
Fuente: entrevista realizada en el programa "Ñandereco". Departamento de Cine, Video y Artes Visuales de la Subsecretaria de Cultura de la Provincia. Programa Número 10