Raúl Junco
Lunes, 5 de agosto de 2013
“Sangre de la tierra”
Raúl Junco destaca que “el agua es la sangre de la tierra”. El músico y compositor está preparando un disco con música del litoral. Junco es músico y compositor chaqueño, es autor de rasguido dobles y chamame emblemáticos como Los Velásquez, Guitarra Cangui y Sencillito y de alpargatas, entre otras. Para muchos músicos Junco es un referente importante de la música litoraleña y en esta charla habla del disco que está grabando, de la importancia del agua y la música comprometida.
Por paulo ferreyra
paulo.ferreyra@yahoo.com.ar
En el mes de julio se realizó "2° Encuentro Regional con los intérpretes y creadores de la Nueva Música Folklórica Argentina". A Raúl Junco se lo veía en esos días muy feliz. “Estoy muy contento. Estoy Feliz de poder encontrarme con los músicos y los hacedores de la música”, expresó. “Este es el juego de la vida que nos gusta jugar, el diálogo que se produce es muy rico. En este encuentro hubo intercambio de versos, acordes, experiencias, ratos, charlas y tantas cosas. Ente encuentro enriqueció el alma”.
Raúl Junco es creador de temas como “Araza”, “Bombisto Loretano”, “Cuando Florece Benítez”, “Despacito y por la orilla”, “Juana la villera”, “Raza Chaco”. Además compuso con otros autores destacados obras fundamentales como “Guitarra Cangui” junto a Mateo Villalba, “Rumbo al algodón” con Raúl Carnota, entre tantos otros.
Por estos momentos Raúl se encuentra grabando un disco íntegramente con temas propios. “Estamos en la parte inicial, los temas ya están decididos y los músicos están poniendo su cuota. Son trece temas míos. Habrá dos guitarras, un guitarrón, algunos temas con acordeón de Julito Ramírez, en otros temas bandoneón o una flauta, son detalles que faltan definir”.
Temas como “guitarra Cangui”, “con vino, canto y guitarra”, “sencillito y de alpargata”, “rumbo al algodón” le darán vida a un disto muy esperado. “Está claro que el concepto es la región litoral y su pintoresquismo. El litoral, Corrientes y Chaco donde yo mamé todo lo que hice en estos años”, expresa el músico y compositor.
En este encuentro de intérpretes y creadores Raúl Junco le cantó al barrio “San Pedro Pescador” con el tema “Despacito y por la orilla”. “Vivo en Colonia Benítez, San Pedro Pescador es parte de Colonia Benítez. Conozco el barrio y tengo muchos amigos ahí. Cantarle al barrio es como cantarle a casa”, señala.
El arte siempre estuvo comprometido
Entrelazado entre amigos, Raúl Junco ciñó en sus brazos a Joselo Schuap. Las sonrisas, los recuerdos y los cruces de acordes florecieron rápidamente. Joselo aprovechó la oportunidad para consultarle a Raúl sobre la importancia del agua. “Que te voy a contar a vos – replica Raúl – el agua es un mal necesario. El agua es la sangre de la tierra. La tierra no tendría vida sin el agua. La tierra no tendría vida sin el agua - repite. Mucho menos nosotros por supuesto. Pero es la sangre de la tierra. El agua para los comerciantes es una mercancía y para el pueblo – la gente humilde – es una bendición de dios. Hay lugares donde no hay agua. Y otros lugares como acá donde podemos contar con el agua”.
Entre sonrisas y más saludos a los amigos, pues la entrevista se corta una y otra vez por el cruce con los amigos. Raúl Junco cierra con un punto clave para el canto popular. “El canto siempre tiene que estar comprometido. El arte siempre estuvo comprometido. Desde García Lorca para arriba y para abajo siempre estuvo comprometido. Pero están también los comerciantes del arte. Ahora le canto a la vida que es la revolución misma, inconclusa, más aún, no comenzada. Entonces si le cantamos a la vida, al amor, a los combatientes, a los que murieron por ese amor. El Che Guevara dice que la revolución sin amor no es revolución. Entonces yo cantándole a la vida, al rio, a mi gente estoy haciendo revolución. Ese canto hay que acompañarlo con política, con compromiso, tenemos que pisar tierra y seguir para adelante”.
Habiendo tantas canciones comprometidas por qué los políticos toman decisiones importantes para el pueblo no escuchan estas proclamas. “El político no oye, escucha pero no oye, que es peor – señala. Ellos no oyen y no les interesa oír”, dispara Raúl Junco.