El conjunto Alma de Montiel celebró días atrás sus diez años de vida. El encuentro tuvo lugar en el Teatro 3 de Febrero de Paraná – Entre Ríos.“Vamos llevándoles al pueblo el canto con sentimiento patrio genuino, compartiendo, denunciando, amando a través del mensaje del chamamé”, manifiesta Facundo Díaz.
En esta charla uno de los referentes del grupo repasa estos diez años de vida y adelante que en el presente año grabarán un nuevo disco con producciones propias.
Especial corrienteschamame.com
“Cuando nació Alma de Montiel allá por el año 2003 asomó un amanecer en nuestras vidas. Ardió un fuego interno en el corazón de Juan Manuel Bilat y en mí”, manifiesta Facundo Díaz. El tiempo pasa y hoy son muchas las emociones cuando el grupo celebra sus diez años de vida. En esta charla repasan los rasgos más importantes de estos años y proyectan lo que viene en el presente año.
“En Alma de Montiel fue creciendo pecho adentro una fuerza interior inatajable. Manifestada en la necesidad de querer sentir soplar sobre el pueblo argentino la brisa fresca de nuestra identidad.Bajo la sombra que da la parra enramada del quincho de la casa de Juan en Colonia Avellaneda. Con olores a monte y pueblo, con una guitarra peñera y las notas de su acordeón de nostalgias. Sin más matices que los verbos agrestes de prosas del pago, el decir pueblero de la juvenil estampa y un mismo e ingenuo sentir.Así nomas, simplemente se fue gestando la inquietud y la ilusión de éste Sueño Libertario Cultural Chamamecero.
Sana intención que significó desde entonces la procura de llegar a todos los rincones de nuestro suelo criollo y más aún, llegar hasta el corazón del pueblo. Vamos llevándoles en nuestra impronta el sentimiento patrio genuino, compartiendo, denunciando, amando a través del mensaje del Chamamé Montiel adentro que llamamos Alma de Montiel. Nos sumamos a la lucha, resistiendo en la batalla de resurgir a través de nuestra identidad azotada y atenuada, por la invasión de productos extranjeros promovida por los megamedios argentinos .
Primitivamente el binomio de nuestra formación fue conjugada solo de acordeón y guitarra y canto. Posteriormente se transformó en un trío incorporando una primera guitarra cuya formación debutara ante el público en la primavera de ese mismo año, de una década hacia atrás. Con el pasar del tiempo se nos presentó la oportunidad de proclamarnos en otros escenarios, otros públicos y matices.
Sentimos la necesidad de integrar un bajo acústico y un bandoneón. Quinteto musical que se aferró a nuestra formación y que actualmente permanece en el grupo. Solo el tiempo transcurre y por consecuencia los gurises se hacen hombres, pero la juventud perdura en el alma y es eterna si uno así lo desea.
Se ha caminado esta década mirando al horizonte donde sale el sol, procurando de alguna forma una constante superación en la pulsación musical, estudiando, aprendiendo, investigando, recopilando, creando en la conjunción de la poesía con la música genuina, sin descuidar nuestra línea tradicional recostada hacia la orilla del “Santa Ana”, estilo arraigado vigorosamente a nuestro territorio natal.
- Han crecido musicalmente en este tiempo. ¿Quién les inspiró o inspira en la apuesta del repertorio que llevan a cabo?
El repertorio se genera espontáneamente y entre todos “los Almas”. Siempre, la conformación del mismo ha sido consiente pero los temas que se adosan al grupo son naturales. Creo que en el caso de los temas de Santa Ana son melodías gravadas en el oído y en el alma de nosotros como en el de todos los Montieleros que alguna vez sentimos un Chamamé de Santa Ana.
Tenemos sonidos arrastrados desde la niñez, desde la ronda del galpón, desde el mate en la siesta y la radio bajo la sombra, desde la misma tierra madre. En el caso de los gurises -el resto de mis compañeros de grupo- es herencia musical genética desde sus abuelos como los hermanos Bilat y paternal en el caso de Luis Pajarito.
A veces nos ronda la canción en los silbidos o en inconsciente sensorial que parece incarnos por dentro. Luego lo proponemos en la reunión y casi como jugando tocamos los temas en los encuentros internos del grupo y van floreciendo con la misma velocidad de un capullo. Hasta que un día se aquerencian.
- Si bien mantiene vivo el espíritu montielero contribuyeron con canciones nuevas. ¿Por qué lo hicieron y cuál es la proyección que hacen a futuro?
El espíritu Montielero de Don Ernesto Montiel se afianzó por estos lares. La música de Santa Ana es parte de éste paisaje, es exquisita como su paisaje, es compleja como sus montes, es briosa como sus manadas y es dulce como sus panales. Y “está en el alma de los hijos de este suelo”. Nosotros, por gracia de Dios, hemos tenido la facultad y la oportunidad de interpretarla según lo que nos dicta el corazón y lo que nuestra capacidad permite lograrla. Esa es nuestra línea a seguir. Pero se fue gestando el hermoso desafío de crear, de crear nuevas obras de letra y música. Estamos creando de acuerdo a lo que consideramos nuestra identidad musical del norte entrerriano.
Nuestro decir es una legendaria herencia gaucha de cantar opinando decía Martín Fierro. Una metáfora literaria en la poesía nos dicta que detestamos la playada, buscamos las profundidades. Durante una gran parte de éstos diez años de Alma de Montiel, particularmente me tocó vivir en un epicentro guaranítico orillando el Yvera. Allí en Mercedes me apegué al Paí Julián Zini. Él me ha mostrado mediante sus charlas amenas, sus canciones y obras literarias una perspectiva distinta hacia la mirada de las cosas. Una mirada de las cosas con fundamentos respaldados en años de estudios e investigaciones hurgando en el pueblo y aprendiendo a leer la vida. Todo esto ha surcado profundamente en mi ser una condición de alma y vida.
Las prosas que disertamos se matizan entre el pago, la tierra originaria, el amor y la problemática ecológica-social que nos afecta directamente como pueblo y el gusto santo de chamamecear dignamente. Me tomo la potestad de destacar que dentro de nuestra humilde forma de expresarnos existe “el compromiso social” que actúa como común denominador en el grupo. Este compromiso social está en las creaciones que surgen ya sea tanto en la poesía como en las melodías. Decía Atahualpa que “… Si tú no crees en tu pueblo, si no amas, ni esperas, ni sufres, ni gozas con tu pueblo, no alcanzarás a traducirlo nunca...”
Los aportes musicales significativos se han plasmado en la identidad del grupo desde sus inicios como la paciente enseñanza de Don Marcos Toledo, maestro de Juan desde sus primeros pasos. Luego como los de Don Carlos, Tilo, Barbosa y la vida en el acordeón. En las cuerdas la guitarra de Diego Espíndola eximio guitarrista egresado del conservatorio de Santa Fe, quien acompañó al grupo con su docencia desde sus inicios, como así también con su presencia de integrante y arreglador musical. Don Luis Bertolotti bandoneonista y papá de Gino ex integrante de Alma y tras su disgregación la incorporación de Pajarito en el bandoneón actual desde hace unos años.
Creo que lo antes mencionado ha sido estimulo a su tiempo de una presunta madurez del grupo. Sumado a esto el vital e incondicional apoyo de nuestra gente estrechada en nuestra familia, los amigos genuinos, la aceptación del público manifestada en enorme cariño y la difusión emblemática de los medios regionales y nacionales.
- Para este encuentro y festejo de los 10 años hubo artistas invitados. ¿Quiénes fueron y por qué los eligieron?
Los invitados literalmente fueron los ciudadanos del pueblo de Paraná que gustan de nuestra música, en primer lugar, luego e inmediatamente quisimos que estén allí presente las personas que sostienen nuestro impulso de vuelo en las buenas y en las otras también, nuestro círculo íntimo de familias y amigos.
El presentador fue nuestro hermano periodista Manuel Lazo. Luego por el escenario, en el desarrollo de la presentación escénica, se destacaron en el arte algunos ex integrantes tales como Diego Espíndola en guitarra y Gino Bertolotti en bandoneón.
Don Mario Alarcón Muñiz periodista, escritor, poeta, presentador, quien fuera “el descubridor de Alma” en el quincho de Colonia Avellaneda tras una sobremesa sabatina, allá por mitad del año 2003.
Luis Cañete, mercedeño cantor de Sangre Paiubrera y entrañable amigo, hermano de lucha en el canto con fundamente, hermano en la militancia cultural. También el canto del cantautor Bocha Regner y de Don Jorge Méndez referente de la poesía costera, de una sensibilísima pluma, autor de Canción de Puerto Sánchez, El Jornalero, La Cruz de los Alambrados entre otros.
- ¿Cómo fue armar el repertorio para esta noche tan especial?
El repertorio de la noche fue especial de acuerdo a la circunstancia. Siempre disertando los temas que nos acompañan desde siempre y los nuevos expuestos allí en la noche, temas que presentaremos en nuestro próximo disco en el transcurso de éste año.
Elegimos un cancionero plasmado de Chamamé. Quisimos traer al centro de la metrópolis esos aromas a monte en flor, el polvaredal del corral, el silbo del agreste del zorzal que se amaca en la copa del ñandubay, el murmullo de la cañada besando las heridas de la tierra y la paz del bañado que irrumpe el chajá. Quisimos traer consigo la humildad festiva y alegre del patio de pueblo al fondo de la casa en la reunión familiar, de amigos y parientes que festejan la vida en una mesa larga bajo la sombra del agarrobal.
Elegimos nuestras nuevas canciones empapadas de identidad y nuestras antiguas legendarias, las del abuelo raíz adentro. Por el escenario del teatro 3 de Febrero de Paraná han pasado celebridades de primer nivel de todos los ámbitos artísticos pero particularmente del Folclore Argentino tales como Atahualpa Yupanqui, Cuarteto Santa Ana, Víctor Velázquez, Neike Chamigo, Peteco Carabajal, Raúl Barboza, Imaguaré, Ariel Ramírez con la Misa Criolla, Chango Spasiuk por darle cita a algunos que me vienen al recuerdo.
Gracias a Dios fue una noche muy preciosa, llena de cariño, llena de Chamamé. Un resultante maravilloso e inolvidable. Y desbordó el 3 de febrero con una respuesta popular que no registra precedentes. Y aprovecho a agradecerles a Sidecreer por apoyar la cultura y confiar en nosotros.
- En algunos medios han manifestado que el grupo “ha llegado a una madurez y conjunción musical muy linda”. ¿Cómo o por qué se sienten maduros?
El grupo Alma de Montiel es solo un transeúnte más en el camino de la música popular nativa argentina y sudamericana. Específicamente somos un grupo genuino disertante del genero litoraleño con mayor representación en ésta gran región sudamericana, somos chamam. Este “ñeemboé yeroký” antiguo ritual de rezo-baile del pueblo originario guaranítico vive en nuestra sangre criolla mestiza herencia de abuelos indios y gringos.
Género ancestral tantas veces menospreciado, ultrajado y hasta echado al olvido en la extinción difusora de los medios sobornados. Hoy en día, gracias a Dios, luego de la lluvia se alcanzan a apreciar nuevos reverdecimientos en las pasturas amarillentas y peladares donde mansamente pastea nuestro genuino Chamamé. Entonces nuestra alma feliz canta y baila bajo la lluvia.
Nos sentimos enteros, orgullosamente argentinos y argentinos del interior del país. Desandando la senda de una madurez de carne y espíritu de acuerdo a estos hermosos momentos de vida que nos ofrece Dios, como éste comienzo de festejos de los 10 años el pasado viernes 19 de abril en el Teatro 3 de Febrero de Paraná. Y somos agradecidos por esto.
Creemos convencidos que éste es nuestro camino y buscamos el horizonte mirando al sol naciente. Queremos y procuramos ser una chispa del gran fogón que rodea el pueblo, luz y calor, comunidad y reunión de hermanos. Levantamos en alto la bandera genuina de la música santa, hija de ésta tierra que nos identifica como pueblo ante el resto del planeta con la que vibramos, sentimos, amamos, lloramos y gozamos en las ocasiones donde nuestro Alma de Montiel y nuestra gente se encuentran y comparte éste modo de ser y sentir, éste estilo de vida llamado Chamamé.
Fotos de Julio César Monzón y Jorge Bracco ESCUCHA: CAMINO A LA SELVA
01- "Camino a la Selva"- Álbum "Destino de Vuelo" (Letra: Facundo Díaz - Música: Juan M. Bilat)
(Estreno) El chamamé perfilado a un estilo netamente Ernestiano, evoca en su poesía un paisaje típico del Montiel entrerriano, un camino de tierra por entre el monte agreste y arisco del litoral; zona rural de la colonia "la Selva" Distrito Achiras en el camino que une Conscripto Bernardi en el apeadero Don Gonzalo Dpto. Federal con destino al paraje El Yeso en el Dpto. La Paz. Allí se hallan las estancias nombradas tales como "Penas Calladas", "Santa Catalína", "La Recompensa", "San Juan" y los parajes tales como "Ramblones","Banderas" y "Las Achiras". Un humilde homenaje a mi Padre Julián Díaz gente montielero y de a caballo.