Adelanto exclusivo. El próximo miércoles 18 de abril se presentará en la ciudad de Corrientes el libro
“Cacho Saucedo. La Voz del Chamame”. El libro escrito por el Prof. Enrique Piñeyro y la Sra. Ángeles Arami, se presentará en el salón de Sadaic a las 19 hs. En forma de adelanto presento dos fragmentos del libro.
Por paulo ferreyrapaulo.ferreyra@yahoo.com.ar En pocos días más se presentará el libro de
Cacho Saucedo. La Voz del chamame y por gracias de sus autores presento aquí dos textos exclusivos del libro. Texto de Ángeles Arami y Enrique Piñeyro. En dicha presentación brindarán su música Fabio Acevedo, Cesar Fernando Acevedo, Bruno Mendoza y desde Capital Federal Ricardo Dimotta, Kico Vallejos oficiará de presentador donde además hablarán los autores del libro.
Reflexiones finales y recordatorios Finalmente es apartado tienen por objeto otorgar la premisa que, la redacción de este texto, es un sincero homenaje de reconocimiento y afecto para el artista RAMON SIXTO “CACHO” SAUCEDO, que a través de más de cincuenta años de actuación como intérprete, cantor, guitarrista y compositor ha brindado a la historia del chamame verdaderas páginas de oro.
Los elogios que ofrecemos en estas humildes, pero emotivas semblanzas, pretenden dejar constancia para el futuro, para que las nuevas generaciones tengan conocimiento sobre la presencia de un cantor y guitarrista Correntino que volcó todas las energías de su vida para brindarse, de manera constante y ferviente, con un canto chamamecero auténtico y genuino.
Sus diversas cualidades de cantor, intérprete e inspirado creador de composiciones inolvidables, lo han sindicado como a una de las personalidades artísticas más prestigiosas del folclore de la república Argentina.
En Corrientes se lo ha considerado como un verdadero ídolo del cantar chamamecero que aportó su infinita calidad creativa a manos llenas.
Pese al tiempo transcurrido y a algunos avatares de salud, SAUCEDO no bloqueó la enorme fuerza espiritual que lo animaba a continuar el derrotero musical que, desde muy joven, se había trazado como una vocación ineludible. Y al pasar los años innumerables escenarios han sido testigos de su invalorable incorporación al ambiente profesional de la música folclórica de Corrientes, encontrando siempre el aplauso de la popularidad siempre vigente.
Esos años de esplendor y de grandes éxitos fueron méritos obtenidos, en un tiempo y en un espacio, y que SAUCEDO supo conquistar con voluntad y talento.
Deseamos encontrar los adjetivos justos y necesarios que nos permitan propiciar el Homenaje y la Distinción justiciera que se pueda otorgar a un consumado artista de la Música del Litoral Argentino, como lo fue “CACHO” SAUCEDO. Pero muchas veces las palabras son limitadas para premiar con elogios a un ser humano que, con gran dignidad profesional, encaró toda una brillante trayectoria musical.
Por ello la denominación que hemos consignado en este texto, como LA VOZ DEL CHAMAME, quizás trata de resumir en una frase muy breve, un concepto que va más allá del tiempo, de nuestra permanente admiración y pretende representar el mayor y más merecido homenaje de recordación a don CACHO SAUCEDO y su inolvidable cantar chamamecero.
Prof. Enrique Piñeyro
RecordatorioEl 25 de marzo…, en medio día de otoño, se ha ido el gran cantor dejando a sus retoños… ya se apagó su guitarra, hoy no canta el ruiseñor, voló con su voz al cielo para cantar al Señor…
Enmudecen las guitarras con lagrimones del cielo y callan los bandoneones para acompañar su vuelo ya se fue CACHO SAUCEDO a estar con los musiqueros y ha dejado entre nosotros su cantar chamamecero…
Una angustia infinita lastimó los corazones, las guitarras y los acordeones ya de luto están, es que la infausta noticia nos sorprendió otra vez…
ya no canta, ya se fue… Cacho partió para el cielo, lloramos con desconsuelo, a un puntal del chamame.
Él aquí paso cantando,
con su guitarra divina,
y las noches correntinas,
lo vieron actuar triunfando,
por aquí paso dejando
su dulzura y su bohemia,
nos enteramos con pena
y hablando con balbuceo,
se nos fue Cacho Saucedo
un puntal del chamame.
Ángeles Arami