Ritmo que cautiva el alma, poesía que enaltece al corazón, un sin fin de conceptos llegan acompañados de dos generaciones de músicos que reúnen conocimientos. Desprenden alegría, nostalgia, entre otros sentimientos. Es la voz del pueblo que hace canción. Homenaje al chamame a través de las voces de cultores chamameseros. Músicos jóvenes que maduran conceptos por medio de los grandes referentes, anécdotas que se desprenden entre escenarios pequeños o grandes.
Ya lo dicen los libros “El chamamé es un género bailable de música folklórica argentina, correspondiente a la música litoraleña. Es escuchado, sobre todo, en la provincia de Corrientes, norte de Entre Ríos, centro-este de Formosa, noreste de Santa Fe, Chaco y en toda la provincia de Misiones, región denominada Litoral argentino. No importa de dónde viene, sino hacia dónde va este género del que se desprenden a su vez generaciones de nuevos músicos. Entre lo tradicional y el aporte notorio de las nuevas tendencias, el chamamé jamás perdió vigencia. Así, se lo puede escuchar en el patio de una casa, alguna fiesta familiar, festivales que rememoran a sus grandes creadores. El chamamé acompaña la alegría que brota de la gente en un sapukái.
“Viene como un río” – Por Fabián Meza
“El chamamé tiene algo que empayesa la razón”, arranca Julián Zini con un recitado donde explica poéticamente lo inexplicable y, es justamente eso, un sentimiento que parecería rondar hasta con lo irracional o lo mágico, que es como un puñal que se te clava en el alma. Cada vez que suena un acordeón o un bandoneón, tocados siempre con sentimiento, es algo que está en el alma y en la sangre, viene como un río y fluye por las venas de mi gente como una fuerza sagrada traspasada de generación en generación, los que nos sabemos herederos de esta fortuna ancestral nos emocionamos y se nos pone la piel de gallina y nos brota un sapucay cuando un chamamé nos atraviesa el corazón.
“Trinchera del alma” – Por Julián Zini Ñanderu-ete, Dios de la vida... Dios de Jesús, Dios de la compasión, de la ternura y la alegría... El Dios de la palabra hermosa, Dios de la música, la danza y la canción... ¡Bendito seas, Padre Dios! Chamameseramente, Bendito seas!
Padre Dios, te agradecemos: porque todavía nos sentimos y seguimos siendo hijos de la Virgen de Itatí, devotos de Santa Catalina y peregrinos de la Cruz Gil... Te agradecemos porque viniendo a la fiesta, volvemos a nuestras raíces, recuperamos nuestra memoria y afirmamos nuestra identidad... Te agradecemos porque cantando a la vida, se fortalece nuestra esperanza... Te pedimos que el chamamé siga siendo nuestra “trinchera del alma”.
Chamamé bien joven – Por Alan y Nazareno Britez El chamamé forma parte de nuestro crecimiento, lo traemos incorporado de nuestro padre y abuelos. Así nació Anhelos, nació con el sueño de proyectar la música y cumplir el deseo doña Dominga Quintana, nuestra abuela. Ambos trasladamos el sueño de la abuela y con pasos firmes transitan el mundo de la música siempre apuntalados por sus padres, porque son ellos los que nos dan esas ganas de seguir adelante, nos enseñan el compromiso que debemos tener con la música sin descuidar las obligaciones que además tenemos con el colegio. Podemos llegar a muchos lugares y ser respetados por la música que hacemos y por el compromiso que disfrutamos. Hoy damos las gracias por el aporte y por el apoyo de nuestros padres.
“Es nuestra historia” – Por Nico Encina El chamamé es parte de mi vida, desde muy chico mi tío Moni me fue llevando por la música. Hoy, con una formación diferente, sigo adelante con el chamamé. Si bien no tengo un referente respeto a todos, siento que es parte de comprender esta pasión. Además el chamamé es una gran parte de lo que es la región. Es nuestra historia. Es productivo que las nuevas generaciones hagan su aporte.
Especial Diario Primera Edición – Posadas - Misiones