La palabra vuelve al centro de la escena, esta vez a través del pensamiento del
Paí Julián Zini que nos transmite sus bendición para la
Fiesta del Auténtico Chamame de Mburucuya. Salud.
1.- ¡Pueblo chamamecero, buenas noches! - ¡Mi pasionaria en flor, Mburucuyá:
Dios bendiga tu fiesta que es la Fiesta - de nuestra Identidad!
2.- Hoy también en el cielo, que es una eterna fiesta, - se recuerda y celebra un año más
de don Eustaquio Miño, el Musiquero… - Por eso, me permito preguntar:
3.- ¿Qué pasa cuando nace un Musiquero? - ¿A quién le avisa Dios?
¿Quién tiene la primicia, quién se entera primero? - Es en vano, esas cosas, sólo las sabe Dios.
4.- Pero yo pienso y digo que hay un Viento, - que es un Viento Mayor…
que es el Viento inventor de la Alegría, - el Espíritu Santo que sopla en tu interior…
5.-Y se me ocurre y digo por mi cuenta, - que ese Viento que es Dios,
elije cada tanto un niño o una niña, - en su infinito y sabio amor…
6.- para habitar en ellos y, muy humildemente, - con su oficio de artistas, alegrar
la vida de su pueblo, nuestra vida, - que duele y cansa, y se entristece, angá!
7.- Y yo estoy convencido, yo creo que ese Viento, - en la boca te obliga a ser cantor,
en los pies, bailarín, y entre tus manos, - musiquero, chamán del corazón…
8.- Por eso, el Musiquero, cumple y tiene - la tarea impagable de animar
cumpleaños, bautismos y casorios, - y, de asado en asado, bendecir la amistad…
9.- ¿Qué tiene esa persona, qué poderes, - que en el patio de un rancho o en un salón,
nos agarra en un puño y nos gobierna… - ¡es una brujería o bendición?
10.- Decían las abuelas, sabiamente, - que se puede ayudar,
poniéndole al nacer, a esa criatura, - la energía del rito que se hace ante el altar…
11.- Decían, en su idioma, que servía - el rito de sahumar la desnudez
del inocente, quemándole con rezo - cuero de yacaré…
12.- poniéndole en su almohada para el genio - el nido que ha dejado el colibrí,
juntito con la pluma poderosa - de algún cabureí…
13.- ¡Cómo no resultar entonces “especial”! - Sin él no hay fiesta: no nos puede fallar,
y es que él tiene la llave milagrosa - de nuestra intimidad…
14.- El sabe refrescarnos la Memoria - trayendo desde antiguo, como cuidándolo,
un Avío del Alma, patrimonio querido, - que siempre se llamó “Ñande-rekó”:
15.- Antiguas Normas para honrar la Vida: - leyes del Buen Vivir…
cómo tratar la tierra, la planta, el animal… - y la sabiduría de saber convivir…
16.- Y es que el Chamamecero en su silencio - va rumiando y prepara un Chamamé
que al soltarlo nos riega por adentro, y brotan - olvidadas costumbres y algún viejo saber…
17.- Es entonces, la gente se reviste - de música, de fiesta y de emoción…
y se le da por compartir la mesa, - ¡que nadie quede solo! Y es una obligación
18.- celebrar lo que somos y tenemos, - abrazarnos, cantar, bailar, gritar…
¡Lástima grande que por mucho tiempo - esto mismo se vio, pero se entendió mal…
19.- Y se llamó “guarango”, y “guarangada”… - porque hubo gente, que todavía hay,
que por creerse más, así menospreciaban - todo un modo de ser, sí, de ser y estar…
20.- Todo un modo de ver y de expresarnos; - de hablar, rezar, mirar y comparar…
Todo un modo de hacer, propio y antiguo, - lo que en otras palabras se llama Identidad…
21.- Si eso es lo que hace el Musiquero, - que nos hinca en el alma con su tono mayor,
y le abre cancha a nuestro Grito - allá en el fondo mismo de nuestro propio yo….
22.- Cómo no agradecerle, - y cómo no pensar,
con honda gratitud, un homenaje - a tantos Musiqueros de verdad:
23.- Sanadores del alma de su pueblo, - Señores de la fiesta popular,
concretamente EUSTAQUIO, el Gran Eustaquio Miño, - pilar con otros de este Nuestro Festival.
24.- Si tanto bien hicieron, si tanto han ayudado, - cómo no darles su lugar
Aquí y ahora, en el altar de la Memoria, - por siempre, aquí, en Su Festival.
25.- ¡Descansa en paz, Eustaquio, - y brille para vos
y para todos nuestros Musiqueros Difuntos, - la Alegría sin fin, en la Gloria, allí, juntito a Dios!!!