En la ciudad de Curuzú Cuatia tuvo lugar la celebración de su Fiesta Patronal con gran devoción del pueblo en torno a la Virgen.  La misa central fue oficiada por el Obispo de la Diócesis de Goya Monseñor Ricardo Faifer.

Cientos de fieles curuzucuateños rindieron honores a la Virgen del Pilar, al celebrarse el miércoles último su Fiesta Patronal. Las actividades comenzaron temprano, minutos después de las 6, con el Rosario de la Aurora y siguió a las 10 con la Misa de la Comunidad y luego se llevó a cabo el tradicional almuerzo comunitario. Por la tarde, a partir de las19, se llevó a cabo la Misa Central, que tuvo lugar en el templo parroquial y oficiada por el Obispo de la Diócesis de Goya Monseñor Ricardo Faifer, ya que por condiciones climáticas no se pudo realizar en la enplanada de la Parroquia.


“Queremos ser hermanos y amigos de Jesús, amigo del hijo de María y hoy estamos aquí para que cada uno pueda llevar y transmitir ya que el nos confía un corazón tan grande que lo hace con una sencillez y un sentimiento si ningún fin con el amor fraternal que le da la Virgen María que ella nos enseña a acercarnos mas a el y gracias a ella descubrimos el afecto que necesitamos para luego refugiarnos en los brazos de Dios”.

 

“Este año muy especial para la Diócesis de Goya, necesitamos prepararnos para una fiesta muy grande donde vamos a festejar el cincuentenario de esta, donde debemos prepararnos y sentirnos parte de esto donde los espero a todos porque este año vamos a tener la visita de la hermosa Virgen peregrina de Itati que vendrá desde su santuario que en lugar de que nosotros peregrinemos ella llegara a visitarnos en este año especial por eso este año vamos a desarrollar el proceso pastoral que tuvimos estos últimos tres años de preparación”.

 

“En esto hay que caminar todos juntos, las familias y los niños donde el Señor nos va acompañar y esto nos va a servir para tener mas fe en la iglesia en la Virgen y voy pedir por las vocaciones sacerdotales de esta ciudad para que surja alguna vocación sacerdotal donde hay que tener un corazón con paz y fuera de odios para llevar la verdadera paz que viene de Jesús que con Dios Padre y Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos y viva la Virgen del Pilar”, fue parte de la homilía del obispo de la diócesis de Goya.

 

La historia de Curuzú está estrechamente ligada a esta advocación mariana, ya que en noviembre de 1810, cuando el entonces coronel Manuel Belgrano hizo una escala en el lugar con motivo de su marcha al Paraguay, procedió a la fundación del pueblo ‘Nuestra Señora del Pilar de Curuzú Cuatiá‘, el 16 de ese mes, y ordenó la determinación de su jurisdicción y la delineación y demarcación de calles y solares.

 

Fuente – el diario de Curuzu y El Litoral