Creador con una definida personalidad autoral, sus composiciones son una pequeña historia narrada en sólo tres minutos, en la que pinta personajes, costumbres y tradiciones de su provincia natal. Apodado “el cantor chamamecero”, nació en Colonia el Porvenir, departamento de Goya, el 25 de mayo de 1913 y falleció en la ciudad de Rosario el 6 de Noviembre de 1977.
Creador con una definida personalidad autoral, sus composiciones son una pequeña historia narrada en sólo tres minutos, en la que pinta personajes, costumbres y tradiciones de su provincia natal. Se inspira en los tipos lugareños, en los sucesos y hechos de la vida rural, proponiendo siempre un sentido a sus creaciones y un contenido social que no ha perdido vigencia.
Desde el año 1935 inició un derrotero de juglar recorriendo todo el litoral argentino. En cada paraje, en cada estancia, en cada fogón o bailanta de campo de “Ramada Guipe”, suena el guitarrear y la voz inconfundible de Mario Millán Medina. Cuenta, narra y canta en el idioma de su gente.
Es como el intérprete que traduce mil sentimientos o emociones calladas del pueblo. Ese pueblo que lo admira y lo reconoce por sus composiciones El rancho de la Cambicha, El Sargento sapo, Caraícho, Mi ponchillo colorado, La Guampada, El recluta, La familia del Taitá, El Arquetipo, entre otras.
También viajó a países limítrofes: Brasil, Paraguay y Uruguay. Llevó el mensaje más puro de sus canciones que refleja en temas como El alma de la cañada o Camino del arenal, que han quedado como evidencia de un ser extraordinario.