Aportar a la normalización de la lengua es el roll fundamental del periodista en Paraguay La Cámara de Senadores aprobó el 7 de Octubre del 2010 la “Ley de Lenguas”. Susy Delgado, actual directora de Promoción de las Lenguas de la Secretaría Nacional de Cultura, explica la esencia del roll periodístico en la difusión de esta ley que hace hincapié en el artículo 140 de la Constitución Nacional: “El Paraguay es un país pluricultural y bilingüe. Son idiomas oficiales el castellano y el guaraní. La ley establecerá las modalidades de utilización de uno y otro. Las lenguas indígenas, así como las de otras minorías, forman parte del patrimonio cultural de la Nación”.
Informe: Rebhecka de Lemos ¿Cuál es el panorama actual del bilingüismo en el periodismo? Como observadora habitual de los medios de comunicación, y sobre todo porque yo también fui periodista muchos años, veo que una gran cantidad de colegas maneja el guaraní.
Lo que aún no existe es una pauta establecida en los medios que otorgue mayor espacio al guaraní, la mayoría de los colegas se defienden en el uso del idioma pero este cuenta aún con muy poco espacio, sobre todo en los medios impresos. En los medios orales es más utilizado, sobre todo en la radio, en las emisoras del interior posee un espacio muy importante.
Hace falta jerarquizar los espacios, de acuerdo a lo que corresponde al guaraní como una de las lenguas oficiales del país.
¿Cómo repercute la ley de lenguas en la labor periodística? Los medios de comunicación y los trabajadores de los medios tienen un roll importantísimo en esta nueva etapa que inicia con la ley, porque son ellos justamente los encargados de aplicar en un sector sumamente relevante de la vida social lo que marca como norte esta Ley de Lenguas, que es la normalización paulatina de la lengua. Nosotros tenemos en el país una lengua con una vitalidad asombrosa del 85 al 90 % de hablantes en la población, un caso realmente singular y notable dentro de las lenguas originarias de América Latina.
Sin embargo, eso no se expresa en algunas cosas como en los medios de comunicación. En otros ámbitos tampoco se expresa esa vitalidad. Los medios de comunicación, y dentro de ellos, los trabajadores, tienen entonces ese roll sumamente importante de asumir esta nueva etapa que se inicia, que quiere dignificar de una vez por todas al guaraní que es nuestra lengua mayoritaria, y también a las otras lenguas indígenas que tenemos en la nación.
¿Cuál debe ser nuestro compromiso como formadores de la opinión pública para mejorar las condiciones del bilingüismo? El roll es fundamental, aportar en la normalización de la lengua, lo cual significa que la lengua guaraní se vuelva normal en todos los ámbitos, que deje de ser considerada como lengua solamente utilizada para la vida cotidiana, o para la afectividad, y que sea una lengua reconocida en todos los ámbitos, por ejemplo en la justicia, que es un ámbito muy sensible y preocupante, en el campo de la salud, en la educación, etc. El compromiso de los trabajadores de la comunicación es vital en ese sentido, desde luego un trabajador de los medios, se supone que debe de ser alguien consiente de su cultura, y lo que tenemos en el corazón mismo de la cultura es la lengua, es la columna vertebral.
¿Existe algún punto negativo dentro de la Ley? Creo que todos los puntos son altamente positivos, no creo que posea factores negativos o que favorezca ningún tipo de discriminación en nuestro país. Los recelos que existían al principio, acerca de que esta ley iba a surtir un efecto parecido al que se ejerció sobre el guaraní pero en este caso sobre los castellano-hablantes, no es cierto.
Esta ley favorecerá a todas las lenguas habladas en el país, de ninguna manera se discriminará a alguien por ser castellano-hablante, o por ser hablante de otra lengua, justamente se basa en el principio del derecho lingüístico, y uno de sus postulados centrales es que se acaben las discriminaciones por principios de lengua.
Si esta ley hace un énfasis en el guaraní, es porque es la lengua mayoritaria y es oficial desde 1992, aunque esa oficialidad había quedado prácticamente en el plano simbólico. Ya era tiempo que esa condición de lengua oficial se vea en los hechos.
¿Dónde acudir si queremos mejorar nuestra utilización del guaraní? En este momento existen muchas instituciones que están dando cursos de guaraní. Está por ejemplo toda la red del Ateneo de Lengua y Cultura Guaraní, también el Instituto Superior de Lenguas, también existe una gran cantidad de profesores particulares dentro del país y en estos últimos años con la nueva administración se promovieron varios cursos para funcionarios desde la función pública.
Desde la Secretaría de la Cultura colaboramos con estos cursos de guaraní, estamos para asesorar a cualquier persona o institución que requiera cursos de guaraní, estamos para conectarlos con profesores e instituciones de enseñanza. Van surgiendo cada vez más pedidos de cursos de guaraní, lo cual es muy estimulante. Existe una conciencia que está creciendo.
Sistema Educativo y Periodismo Cultural. ¿Cómo se replanteará el sistema educativo para que se dé la bilingüización total? El sistema educativo debe empezar una revisión profunda de sus programas bilingües y replantear metodologías y contenidos, porque existieron muchas críticas.
La reforma educativa, desde que inició en el año 1994, se desarrolló con muchísimas polémicas. Este es el momento adecuado, ideal, para replantearse profundamente. En ese sentido también será fundamental el aporte que tiene que hacer la Academia de la Lengua, que se tiene que conformar en lo posible este mismo año.
La Academia proveerá algunos cimientos fundamentales como la gramática, el diccionario y la grafía oficial, que son instrumentos fundamentales para la educación. Eso será muy útil no solo para la educación, sino para todos los ámbitos. Un publicista que el día de mañana necesitará poner en su etiqueta la lengua guaraní, necesitará también esas pautas oficiales.
Existió una época que hizo mucho énfasis en los neologismos y fue muy criticada, luego una etapa diferente en la cual los programas de educación bilingüe trataron de acercarse a la lengua hablada, igualmente fue muy criticada por los sectores puristas que están en contra de la excesiva utilización de préstamos.
Es momento de dirimir esas antiguas divisiones, con la Academia misma, y el momento de la revisión de los programas de educación.
¿El periodismo cultural es un ámbito valorado en la medida adecuada? No. No se hace lo suficiente en ese campo, para mí los periódicos deberían destinar más páginas a los temas culturales.
Lo que se llama actualmente “Artes y Espectáculos” está medianamente cubierto, aunque hay una línea internacional que viene marcada desde afuera, que prioriza los temas que no son precisamente los más importantes culturalmente hablando. Se priorizan criterios marcados por una corriente extranjera y los criterios son los que se deberían discutir un poco más en nuestro país.
No quiero ser de las que dicen que todo lo pasado fue mejor, pero hace 15 o 20 años los criterios eran un poco más exigentes. Hoy en día la famosa pauta de “vender” impone temas que muchas veces no son los más relevantes. Estamos en un momento que requiere una revisión.
Los periodistas a su vez tendrían que revisar esas pautas que les imponen hace unos años, las pautas del “éxito”, del “raiting”, del “mercado” que a mí me parecen respetables porque los productos culturales necesitan venderse como cualquier otro producto, pero el periodista no debe olvidar nunca que es un trabajador cultural, y un medio periodístico no debe olvidar nunca que tiene un roll cultural. Eso debe ser un criterio fundamental dentro de su línea de trabajo.
Nuestro país reclama espacios culturales más serios, más respetuosos. Hace falta incentivar más la riquísima cultura que tenemos. No me niego a una cierta dosis de divertimento y frivolidad incluso, que hace falta para respirar un poco en medio de una crisis social tan tremenda, pero eso tiene que ser secundario, no puede ser que eso sea lo predominante.
Algunos medios directamente no conceden espacio a lo cultural, los noticieros por ejemplo conceden un espacio ínfimo, solamente cuando se trata de lo que ellos consideran una noticia ineludible. No tiene peso en los noticieros lo cultural, con muy contadas excepciones.