Con una sonrisa silenciosa, con una voz ya instalada en la gente,
Alfredo Norberto Norniella anda con pasos lentos por la ciudad de Resistencia, Chaco. Comenzó su trajinar por los medios en LT7, radio Corrientes, después supo de cuanto festival se llevó a cabo en toda la región, hasta convertirse en el animador indiscutido de la Fiesta Nacional del Chamame. Hoy conduce
“A bombo y fuelle” por FM Libertad, Resistencia, de lunes a viernes de 19 a 20hs. Sin embargo fue en otro medio donde nos encontramos, en los estudios de canal 9, donde a diario conduce el noticiero central del canal. En esta charla extendida dialogamos sobre el presente de la Fiesta del Chamame, la radio, Atahualpa y aquel recuerdo de sus abuelos con el Teatro Vera.
por paulo ferreyra – especial para corrienteschamame.compaulo.ferreyra@yahoo.com.ar ¿Alfredo has estado presente en todas las ediciones de la Fiesta Nacional del Chamame? Este quizás sea un gran regalo de la vida, desde la primera Fiesta he tenido la oportunidad de estar. Las dos primeras ediciones en el Club Juventus, después en el Regatas y de allí en la casa propia, el Anfiteatro Cocomarola. Gracias a Dios he podido estar en todos, porque otros no han tenido la suerte de regresar o permanecer, otros han partido definitivamente. Soy un agradecido a Dios en ese sentido que me dio salud y suerte. Me siento muy orgulloso, creo que el locutor le da un poco de personalidad también a la Fiesta.
A quien mejor entonces para preguntar cómo ves la Fiesta desde sus inicios a lo que se observa en estos últimos años. Todo evoluciona y todo va cambiando. Han evolucionado los músicos, el género y la danza dentro de ese movimiento que no se detiene. La danza, por ejemplo, incorpora elementos contemporáneos que realzan su labor. Hay que estar preparado para entender el mundo donde nacen nuestros jóvenes, ellos escuchan otros sonidos que son totalmente diferentes a lo que escuchamos nosotros. El chamame está en plena evolución. Primero fue el Mencho, después apareció la guitarra que no nos pertenece, que es española, luego llegó el acordeón con los gringos, después Cocomarola vende su acordeón a Alejandro Barrios y compra un bandoneón. Este instrumento era usado para armonizar las procesiones y las fiestas populares, porque se colgaban e iban tocando. Poco éxito tuvo en Europa, pero en nuestro país lo tomó el Tango, lo tomó Salta y Santiago del Estero. Cocomarola se desprendió del acordeón e introdujo el bandoneón. Después se sumó el contrabajo que era del tango, pero ya anteriormente con las misiones jesuíticas teníamos el violín. Hay que imaginarse aquello de un chamame interpretado por bandas de música con instrumento de vientos. Entonces el chamame tiene actualidad y tiene vigencia porque está en permanente evolución. No quiero quedar en el tiempo, apoyo a las nuevas generaciones.
¿Con respecto a la televisación? Creo que la televisión le da trascendencia a toda la provincia. El hecho de que este presente la televisión nacional lo prestigia. Además hace tiempo que la televisión regional y del resto del país vienen a registrar esta gran movida de la Fiesta del Chamame. En este sentido hay que preguntarse por qué vienen, y lo hacen porque lo que se está ofreciendo crece año tras año. Cómo hacemos para llegar a todos los que están en Ushuaia o en Europa. La fiesta va evolucionando y tenemos que mostrarlo al resto del mundo. Creo que la televisión no invade, tiene sus códigos y su manera de actuar, hay que conjugar las dos cosas, nosotros tenemos que disciplinarnos a lo que debe ser las reglas de la televisión. Esto nos muestra al mundo, yo estoy muy feliz con ello, y que vengan decenas de radio como lo hacen años tras año también me pone contento.
Ahí queríamos llegar, cómo empezaste a conducir programas de radio. Lo mío empieza con la música, tocando el clarinete, tocando percusión, saxo. Me engancho con los circos, ahí faltaba animadores y presentadores. Así comencé. Siempre quise ser cantor, músico, me gustaba la locución, después empecé a estudiar para poder ser locutor.
¿Dónde nace la motivación por difundir folclore? Es por una cuestión de cariño por las cosas de mi tierra, de mi patria y de lo que hace la gente. Porque somos un país felizmente dotado de excelentes músicos y grandes cantores, además muy buenos bailarines. No creo que otro países tenga tanta diversidad musical como el nuestro.
¿Bajo el título de “a bombo y fuelle” está representada esa diversidad? Claro, ahí en el fuelle está el tango y el chamame. El bombo representando a todo el norte, hace más de medio siglo que lleva ese nombre y no representa a la región cuyana que no usa ni bandoneón ni acordeón. La música cuyana es toda guitarra, no está representada en el nombre del programa pero su música dice presente. Además creo que todavía suena bien, “a bombo y fuelle”.
Durante algún tiempo han separado lo que es el folclore nacional del chamame, ¿vos cómo lo ves? Sin lugar a dudas que no se puede separar una cosa de otra, el chamame juega un rol importante en el concierto de ritmos folclóricos de nuestro país. La música nos identifica, somos de un solo país con geografía diferente pero esa geografía también está volcada en la música.
A menudo nombras a Atahualpa en tu programa, ¿crees que es fundamental conocerlo? Es fundamental conocer los principios de la música para no desviarnos tanto. Atahualpa es para leerlo y volver a leer, es un libro para meditar sobre la pertenencia, sobre el respeto a nuestro hombre de campo y al paisaje de nuestro país. Además se ve reflejado ahí también lo que ha sufrido el hombre, ese desprecio que tenía el hombre de ciudad por aquellos que venían del campo. Después en lo musical, por su excelencia como intérprete, compositor, autor y como pensador del sentimiento nacional a través de la música y de la poesía. Atahualpa es una gran guitarra.
Tuviste la oportunidad de presentar a muchos músicos, a quién recordás siempre. Isaco está tocando aquí a 3 metros nuestro. Isaco Abitbol me ha distinguido con su amistad, me ha distinguido con su respeto hacia mi persona. Fuimos muy próximos en los sentimientos. Siempre está muy cerca, una relación que comenzó con la posibilidad de difundir sus discos, aquí en los estudios de canal 9 de Resistencia, en el recordado programa Chamame. Lo acompañé en varias giras, estuve cerca de su enfermedad, murió en mis brazos. El murió en mis brazos. Recuerdo que con Ranalleti, que había venido desde su ciudad natal, acompañamos los últimos días de Isaco. Me comunique con Romero Ferís a la madrugada para que se abra las puertas del Teatro Vera para que ahí se realizara el sepelio. La música me llevo a conocer al hombre integro, de una filosofía popular, cosecha de sus propias experiencias. Era hombre observador, de pocas palabras pero sabias palabras. Cuando estaba verborrágico era bueno escucharlo, pero si alguien hubiera tomado nota o documentado sus palabras tendríamos un excelente material para el pensamiento y el análisis. Isaco se lo quería tanto, tan generoso -´con sus actos desnudaba su propia alma, su inocentes y sanas intenciones, sus principios.
En tu programa hay tiempo hasta para el silencio, se evidencia ahí un gran guion del programa. Esto ahora lo hago naturalmente, inconscientemente, no de inconsciente. Porque fueron años de mucha lucha, los años de lucha dieron su fruto. Además quiero resaltar que los jóvenes están involucrados en la Fiesta Nacional del Chamame, Mburucuya, Cosquín, es muchas fiestas populares. Hay distintas maneras de innovación y renovación en el chamame que hace que esta música sea aceptad en todo el país. El chamame tiene una gran apertura porque Corrientes y la región reciben mucha música de otras regiones del país.
En ese sentido crees que el Chaco se está posicionando nuevamente dentro del folclore. Siempre tuvo el Chaco valores que se han destacado en varias disciplinas. Chaco es muy artístico. Hablando de Chaco y de la desgracia de Bella vista, al chamame le ha costado mucho aquella tragedia. Parecería que nos quedamos quietos, esa tragedia nos inmovilizó, en esa escuela que habían encontrado estos músicos una nueva manera de expresar lo nuestro, lo regional. La voz podía ser portador, había una gran integración litoral en ese movimiento. Ahí se detuvo y después se animaron a seguir esa corriente.
Para cerrar, tu vinculo con la música y la familia hacen que siempre vuelvas a Corrientes, qué recuerdos tenés de tu juventud y esta tierra. Corrientes siempre me abrió las puertas, el Teatro Vera, el Teatro Cervantes de Mercedes, Mburucuya, tantos lugares que he recorrido. Pero hay algo muy especial. Te cuento que mis abuelos vivían en el Ingenio El Primer Correntino entre Santa Ana y San Cosme. Mi abuelo venía con su yunta de bueyes a traer los productos de su chacra, venía hasta la zona céntrica de Corrientes, hasta la casa de Hidalgo Solá de aquel entonces. El pasaba por el Teatro Vera y comentaba con mi abuela –
“que lindo sería poder ver ahí como queta lo que hacen los katé, cómo ta viste esa gente. Que ta lo que van hacer, a ver o escuchar”. A mi abuelo le gusta el Teatro Vera, fue su deseo ir ahí, poder llevarle a mi abuela, para poder ver y espiar como decía el que hacían esas capas sociales que él no conocía y estaba a 19 km de Corrientes. Dio la suerte de que yo fuera en lugar de él al Teatro Vera, y el día que estuve se lo dije a la gente – mientras estuve conduciendo - que estaba en ese lugar por mandato de mi abuelo y que me disculpen alguna flaqueza.