Esta semana se recuerdo el nacimiento de Heraclio Pérez, oriundo de San Luis del Palmar, tierra Correntina, quien fuera poeta, periodista y escritor. Creador de muchas obras, pero
La Bailanta suena cada día con más fuerza. En esta oportunidad pintamos – por medio de las palabras de Emilo Noya – lo que fueron realmente hace más de 50 años atrás aquellas bailantas del Chaco.
Relatos de Emilio Noya y Fundación Memoria del Chamame Poeta, periodista y escritor,
Heraclio Pérez nació el 2 de marzo de 1904 en San Luis del Palmar, Provincia de Corrientes. Al poco tiempo su familia se radicó en Puerto Tirol, Provincia del Chaco, donde su padre realizaba trabajos en el obraje chaqueño.
Inició su carrera artística escribiendo poesías y compuestos (glosas) en la escuela primaria. A los 16 años formó un dúo con
Marcos Herminio Ramírez quien tocaba el violín o la guitarra mientras el recitaba su poesía actuando en serenatas y bailes por toda la región.
En 1930 se radica en Buenos Aires. Fue colaborador de la Revista de música Litoraleña “Ibera”, bajo el seudónimo de Julián Arroyo. Durante su trayectoria incursionó en diversos géneros musicales, como por ejemplo la Ranchera, Milonga, Rasguido doble, Valseado, Chamarrita, Polca, Chacarera, Tango y Chamame.
Compartió la composición de obras musicales con grandes del género como
Emilio Chamorro, Adolfo Barboza, Pedro Pascasio Enríquez Ernesto Montiel, Isaco Abitbol, Pedro de Ciervi, Tarragó Ros,
Abelardo Dimotta, Damasio Esquivel, Roberto Galarza, Julio Luján, Ramón Méndez, Pedro Mendoza, Damián y Enrique Cena, Francisco Casís, Juancito el Peregrino, Pascasio Úbeda, Blas Martínez Riera, Barolomé Palermo, Héctor Chávez, por citar algunos.
Autor de más de 200 temas musicales, alguna de sus obras fueron ““La Bailanta”, “Camino a Mburucuyá”, “Tito Bonpland”, “Adiós Villa Guillermina” , “Isla Iverá”, “Me llaman el campiriño” y las inmortales “Carrero Cachapecero” y “Puerto Tirol” compuestas junto a
Marcos Herminio Ramírez.
La BailantaEl letrista Heraclio Pérez escribe en el año 1948 una colorida estampa costumbrista de los obrajes madereros propiedad de “La Forestal”, dedicándosela a la gran playada existente en el kilómetro 519, a unos 30 kilómetros de la capital chaqueña, donde existió un desvío ferroviario usado para transportar rollizos hasta Villa Guillermina (Santa Fe). Quincenalmente llegaban hasta el lugar las “bolicheras” con su carga de pastelitos, chipás de almidón, chicharrones y mazamorra, trayendo consigo a bellas muchachas encargadas de entretener a los sufridos hacheros, en su mayoría correntinos. Algunos de ellos, que eran consumadas bailarinas, ganaron notoriedad por sus graciosos apodos: “La chiripá”, “La Pirucha”, “La Chiripá colí” y “Tacuarú nde cuartore”.
Cuando se aproximaba el día señalado para el jolgorio, era común escuchar entre los peones “Ya ohuma pá las bailantas” (ya vinieron las danzarinas) y de ahí, probablemente, deriva el vocablo. Al costado del galpón, largo y espacioso, llamado “Rancho o Bailanta La Alegría, donde tocaba de noche y día el conjunto “Los Caranchos”, se jugaba a la taba en “canchas” previamente barridas y remojadas. Al ganador acostumbraban los músicos dedicar alguna pieza, entonces tenía acceso al interior del cobertizo atravesando la improvisada puerta de lona y como premio le dejaban bailar con la “dama” que elija y hasta podía zapatear y “compadrear”. Si repetía la danza, era condición que “mercara” los manjares en venta, e inclusive, le permitían sentarse en el desvencijado banco de madera único mobiliario de la rústica construcción. A continuación, la letra de “La Bailanta”, letra de Heraclio Pérez y Música de Isaco Abitbol
La BailantaGlosasLa bailanta fue en un tiempo
orgullo del paisanaje,
diversión de los obrajes
del gran nordeste argentino,
los paisanos correntinos
el chamame zapateaban,
la taba también tiraban
pero todo se acabó,
el grito que se escuchó
en momentos de alegría,
se fue con las cararerías
la bialanta los llevó.
I ParteCuando en las bailantas
se escuchaba
zapateos y cantos floridos
del chamame
una vuelta y media
tira la taba
y un grito alegre saluda
el avañeé.
GlosasMúsica de tierra adentro
fiel expresión provinciana,
melodías que amalgama
el sentir con la pasión,
es la voz del acordeón
que con sus notas invita,
querer a la patria chica
y llevarla en el corazón.
I Parte (Bis)Suena la acordeona
con el mbaraca
pero la bordona no quiere
acompañar.
Todo se ha perdido
en los obrajes,
los paisanos tristes añoran
el cachapé
la bailanta ha oscurecido
apagó ya su farol,
ya no alumbran los motivos
que dejó la tradición.