Francisco Giménez con "Hermanados y la Banda de Trinidad" estarán dándole brillo "mercosureño" a la Fiesta Nacional del Chamamé y del Mercosur.
Francisco Giménez Nació en Villarrica, Departamento del Guairá, República del Paraguay, tierra de grandes arpistas. En 1988, con solo 16 años, obtuvo el primer premio en el “Tercer Festival del Arpa Paraguaya”, en el que participaron como miembros del jurado grandes referentes del instrumentos y destacados compositores y arregladores, tales como: Luis Bordón, Papi Galán, Abel Sánchez Giménez, Enrique Samaniego, Santiago Cortesi, Pedro Gamarra y Oscar Nelson Safuán, entre otros.
En 1998 fue contratado como artista oficial para los Juegos Olímpicos de Nagano (Japón), país al que viaja permanentemente a realizar conciertos y dar clases magistrales. Se ha presentado además, en Argentina, Colombia, España, Inglaterra, Italia, Alemania, Suiza y Francia. En estos dos últimos países vivió durante seis y cuatro años, respectivamente. Frecuentemente visita la Argentina, debiendo destacarse sus actuaciones en el Teatro “Guido Miranda” de Resistencia (Chaco), en el Festival Nacional de la Tonada (Tunuyán – Mendoza), en el Primer Festival Internacional del Folclore (La Plata- Bs. As.), en el Festival Nacional del Folclore (Cosquín – Córdoba) y en los Teatros “IFT” y ND/Ateneo de la Capital Federal.
Sus trabajos discográficos comprenden cinco registros en carácter de solista y tres en compañía de prestigiosos artistas paraguayos, en los que se incluyen temas de su autoría que enriquecen el repertorio para su instrumento. Uno de sus discos como solista, lanzado a fines de 1998 con música paraguaya y latinoamericana, editó cien mil ejemplares que fueron íntegramente distribuidos en el Paraguay.
Francisco Giménez es uno de los mayores exponentes del arpa paraguaya de todos los tiempos. En él se conjugan: depurada técnica, exquisita sensibilidad y un sonido propio, contemporáneo y universal, de permanente reminiscencia folklórica.
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HERMANADOS DE EXCELENCIA QUE CONMUEVE
El que musica. Es decir, el que hace mucho más que “tocar” el instrumento de que se trate. El que musica, y mucho más que eso: el que musicaliza con su arpa los parajes más recónditos del alma. Permítaseme, entonces, esta mínima descripción para delinear y tratar de representar por medio del lenguaje, las sensaciones que produce escuchar al gran arpista paraguayo Francisco Giménez.
Principal referente del espectáculo “Hermanados, Argentina y Paraguay en música, canto y danza”, que el sábado 16 de octubre se llevó a cabo en el centro cultural Antonio Hugo Caruso del Partido de Avellaneda, el notable arpista de Villarrica no sólo que tocó el legendario instrumento, si no que se transmigró al corazón de todos nosotros los presentes, en una amalgama portentosa de hombrearpa, hombrecuerda, hombre corazón de clavija enmaderada, engendrado por cuanta arpa paraguaya haya sido empuñada alguna vez.
Y encima, cuando parece que hubiese bastado, se reunieron para secundarlo entre guitarras y bajos, esos cuerdistas por antonomasia que son Hugo Dellamea, Miguel Guerrero y César Portillo.
Todo listo, todo conjugado entonces para propulsar sobre el escenario a Lola Barrios Expósito, que más que cantar: encanta con la dulcedumbre de una voz a la que cualquier universo musical le queda como de su pertenencia; a puras melodías de otros, que parecen melodías de ella y únicamente de ella.
Y ese conjuro guaraní que es Sandra Ferreira, que de verdad logra llevarnos “debajo de la enramada donde ya está formada la rueda y salen las galoperas las galopas a bailar”.
Y “Del Sur Danzas”, por si siguiera haciendo falta: que buena falta les hace a los escenarios del país mostrar a semejantes bailarines de dioses y diablos, de ángeles y hechiceros, de zapateo a soles de tierrales y zarandeos a lunas payeseras. Ellos, magníficamente dirigidos por Luis Marinoni y Constanza Torres: ellos, hombres y mujeres venidos de la comarca de los Santiago Ayala “El Chúcaro” y Norma Viola, custodios impenitentes de nuestro baile nativo. Ellos, pájaros danzantes volando a lo más alto de la danza argentina y latinoamericana; ellos yendo y viniendo como posesos raigales de un tiempo atardecido de añoranzas …un tiempo esperanzado de borbotones de portentosas vertientes juveniles.
Sí, todos y cada uno de ellos, para cantarle el cumpleaños feliz a los 60 años del Hospital Ana Goitía, que alguna vez Evita inaugurara.
Te abrazo Ovidio Ottaviano. Tu dirección integral de esta maravillosa puesta en escena es directamente proporcional a todos los duendes musiqueros que convoca. Y tu palabra, interludio feliz entre cada cuadro y cada canción, me llevó de nuevo hasta el querido patio de mi infancia; me sentó otra vez frente a mi Madre argentina y mi Abuela paraguaya; que estuvieron todo el tiempo a mi lado, que aplaudieron conmigo, que se emocionaron conmigo, que lloraron conmigo …ante tanta excelencia que conmueve.
Cary Macena
Escritor y Periodista
NOTA: para Radio Nacional, Cadena de Radios, Diario El Litoral, Radio Sudamericana, Fundación Chamamé y Fundación Tierra Argentina (carymacena@gmail.com)