Cuando la patria se concebía, paso a paso, lucha tras lucha, allá en 1810, Corrientes bullía con una historia mucho más profunda, llena de heroísmo, y también de desigualdades.

Las grandes ciudades de ese momento eclipsaban a su paso a visitantes, soldados y campesinos… mientras los pueblos originarios, como los llaman ahora a nuestros guaraníes, iban desapareciendo irremediablemente de la Tierra sin Mal

Doscientos años de aquel mayo revolucionario, valiente, decisivo. Más de cuatrocientos de un pueblo que dio siempre mucho más de lo que recibió: grandes hombres, soldados generosos, callosas manos campesinas, abnegadas mujeres, callados paisanos que solos, en medio de la nada siempre encontraron el modo de decir lo que pensaban y expresar lo que sentían; se lo habían enseñado hace tiempo medio rezo, medio baile, aquellos primeros hombres, los dueños, los avá.

Lo cierto es que hace doscientos años que decidimos ser libres, y no fue sencillo, el enemigo no solo era el que allá lejos, cruzando el mar, dirigía nuestras vidas, sino que entre nosotros mismos, se debatían enormes intereses, que hacían  que hombres como San Martín, lleno de sueños e ideales, con la sangre guaraní latiéndole muy fuerte, se encontrara con muchas dificultades para concretarlos…

Lo que la historia no cuenta, es que en cada una de esas batallas en cada uno de esos humildes ranchos, en cada una de esas incipientes ciudades, dándole fuerzas y acompañando el paso a la nación que se paría, en medio del verdor, el calor de todo el litoral, el chamamé era la voz y era el grito, era el eco y era la energía que propulsaba esa lucha, el chamamé era todo lo que necesitaba el soldado cuando el valor faltaba, el chamamé era lo que al cansado campesino le devolvía la vida bajo el alero del rancho en los atardeceres, el chamamé era ya entonces, la identidad, la esencia, la palabra, en definitiva desde entonces hasta ahora, sigue siendo una revolución en nuestras vidas… Honremos a la Patria, con el Chamamé y el Sapucai que todos llevamos dentro!

Revista  Corrientes Chamamé; IX Edición; año 2010