Tengo en mi pecho guardado, Como en cofre, un sapucay Que no lo puedo gritar Porque es propio de los hombres Y en la mujer se ve mal.
Tiene el perfume del campo Tiene el recelo del monte Tiene miel en los acordes Y es como el raro aguará Que en su carrera furtiva Es presa y también cautiva De una triste realidad De prejuicio, de porfía De querer ser algún día Solo alguien que vive en paz…
La mujer y el sapucay, Dos cosas que no van juntas Dos que no son como yunta De buey y arado detrás Como en la historia y la guerra La mujer es la que espera Y el hombre quien va a pelear… Es que fue así que contaron Algunos que se olvidaron Lo que paso en Paraguay…
La mujer y el sapucay, Un callado compañero Que es el grito pero en silencio De la que quiere expresar Tanto sentir alegría O tristezas cada día En la música y la vida, En familia o soledad.
Entonces, yo me pregunto Que hago con este grito Que ya no quiere esperar? Que hago con lo que pasa En mi alma cuando me abrasa La música y un cantar? Pido al hombre compañero Que me acompañe y acuda Si falta el aire en ayuda Porque hoy yo quiero gritar Desde adentro, desde siempre En este grito latente Que hace tiempo quiere estar Al lado de los que luchan Al lado de los que escuchan Al lado de los que pueden Un sentimiento expresar. Una mujer soy señores Que quiere al viento lanzar Al compás de un chamamé Claro y fuerte, UN SAPUCAY!